Mide 1.80 x 0.85. Es un cuadro restaurado con la imagen de la Inmaculada Concepción. El pasado 11 de diciembre finalmente pudo ser entregado al obispo diocesano, monseñor Guillermo Vera, en el Santuario de La Purísima en Graneros, tal cual recuerda la propia Iglesia de Chile.
Detrás de esta gran noticia que fue celebrada por los fieles de este santuario mariano, conocido como La Compañía, se esconde una historia de perseverancia. Pero también de generosidad de una donante de esa comunidad.
Es que la obra de la Inmaculada había quedado entre los escombros de un templo que resultó completamente destruido el 27 de febrero de 2010. Fue uno de los terremotos más destructores que sufrió Chile en las últimas décadas (alcanzó una magnitud de 8.8) y con varias regiones afectadas.
El cuidado de los bienes artísticos
Tras la entrega de la imagen restaurada, que aconteció a pocos días de la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el obispo recordó que además del cuidado de los templos, la Iglesia también tiene la responsabilidad sobre sus bienes artísticos y patrimoniales o históricos.
En ese sentido, agrega la Iglesia de Chile, quien también reconoció el valor del cuadro fue el doctor en Historia del Arte y profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez, Fernando Guzmán. Fue él quien expresó lo siguiente:
«Es un gran lienzo del siglo XIX, copia de la Inmaculada de Aranjuez de Bartolomé Esteban Murillo, que se conserva en el Museo del Prado en Madrid. La pintura de Murillo fue especialmente valorada por coleccionistas y como modelo de imágenes para el culto religioso. Esta copia de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de La Compañía revela la mano de un pintor local con oficio».
El terremoto de 2010 y su impacto sobre el templo
Ubicada en la localidad de Graneros, Región de O'Higgins, la iglesia La Compañía es un monumento nacional. Fue construido entre los años 1758 y 1763 por los jesuitas. Con el paso de los años –incluida la expulsión de esa orden religiosa de América-, el templo fue entregado a la Congregación de la Pasión. Pero en 1995 los padres pasionistas abandonaron la parroquia y quedó en manos de la diócesis de Rancagua.
Sin embargo, más allá de la historia de este templo vinculado a la Inmaculada Concepción, la destrucción que le provocó el terremoto del 27 de febrero de 2010 sacudió a toda la comunidad. Es que ese sitio se transformó en escombros.
Esta situación, lejos de generar una parálisis, motivó a la comunidad a su reconstrucción. Es ahí donde surgió el grupo «Una Casa para María», tal cual recordó otro artículo de la Iglesia de Chile.
Finalmente, luego de siete años de trabajos, el templo pudo ser reconstruido con algunas modificaciones con respecto al anterior (por ejemplo, ampliación de alas laterales).
La inauguración de la nueva iglesia tuvo lugar el 17 de marzo de 2017. Y tras 12 años, ahora esa la imagen de la Inmaculada -finalmente «emergió» tras la destrucción- la que vuelve a abrazar a la comunidad. Otro gran triunfo que también fue celebrado.