Caso Rupnik: Los jesuitas piden a posibles víctimas que denuncien

Anna (nombre ficticio), 58 años, asegura ser víctima de violencia sexual, psicológica y espiritual por parte de p. Marko Rupnik durante nueve años. 

El padre jesuita, teólogo y artista de fama mundial por sus mosaicos, se encuentra ahora en el centro de un escándalo por acusaciones de abusos por parte de al menos nueve religiosas, tal y como informó Aleteia en días pasados en su servio gratuito a suscriptores Family en la Carta del Vaticano (15.12.2022). 

La ex religiosa ha contado los supuestos abusos al periódico italiano Domani (18.12.2022). Anna, asegura que estuvo a punto de suicidarse a causa del sufrimiento provocado por el «delirio de omnipotencia y la obsesión sexual» de su director espiritual,  el jesuita Rupnik.

Ella narró que denunció a su abusador varias veces a lo largo de los años. Pero obtuvo solo rechazo y destierro por parte de su comunidad religiosa.

Los hechos narrados a continuación se presentan en el cuadro del caso Rupnik que para los jesuitas sigue abierto dado que instan a enviar denuncias de abusos: «Escríbanos en cualquier idioma» a teamreferente.dir@gmail.com (19.12.2022). 

El contexto son los posibles nuevos casos tras los de los años 90 en Eslovenia y un informe que provocó una excomunión en mayo de 2020 que luego es levantada por un decreto de la Congregación para la Doctrina de la Fe ese mismo mes.

Los jesuitas están instando a que se presenten cargos por abusos contra el padre Marko Rupnik. 

En una nota publicada por primera vez en el sitio web de la Curia General de la Compañía de Jesús, el superior de Rupnik, el padre Johan Verschueren, invita «a quien quiera hacer una nueva denuncia o a quien quiera discutir denuncias ya hechas a ponerse en contacto conmigo»

«La última semana ha estado dedicada a dos investigaciones sobre el ministerio del padre Marko Rupnik. Una se refería a un asunto relacionado con el sacramento de la reconciliación; la otra, a un abuso de una mujer por parte del padre Rupnik», sostiene Verschueren S.J.

«Mi principal preocupación en todo esto son las personas que han sufrido e invito a cualquiera que desee presentar un nuevo recurso o debatir los ya presentados a que se ponga en contacto conmigo. Le aseguro que será escuchado con comprensión y empatía», se lee en la nota de superior jesuita del padre Rupnik. 

«La primera vez que me besó en la boca me dijo que así besaba el altar donde celebraba la Eucaristía, porque conmigo podía experimentar el sexo como expresión del amor de Dios», cuenta Anna a la periodista Federica Tourn su experiencia con Rupnik. 

Ella tiene ahora 58 años, pero su infierno inició en 1985, cuando tenía 21 años y era estudiante de medicina. «Pensé en ir como misionera después de graduarme y sentí la necesidad de crecer en la fe. También me apasionaba el arte y una monja que conocía me presentó a este pintor jesuita que tenía un pequeño estudio en la Piazza del Gesù de Roma», explica. 

Anna sostiene que padre Rupnik tenía una gran «sensibilidad para identificar las debilidades de las personas» y entendió de inmediato su «fragilidad» e «inseguridades». 

Los abusos se presentaron según la víctima de forma gradual, hasta descender a un auténtico infierno de abuso sexual y emocional, con inclusión de pornografía y perversiones eróticas. Según la denunciante, hasta 20 monjas podrían haber sufrido abusos por parte de Rupnik.

El Superior general de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa, S.J., dijo el pasado 14 de diciembre en Roma que Rupnik había sido acusado de abusar sexualmente de al menos nueve religiosas y  fue sancionado por confesar a una de sus víctimas, pero que esta pena, la más grave dentro de la Iglesia, le fue retirada sucesivamente.

El P. Sosa declaró a la agencia norteamericana AP que Rupnik «fue excomulgado. ¿Cómo se levanta una excomunión? La persona tiene que reconocerlo y tiene que arrepentirse, lo cual hizo».

El Superior de los jesuitas señaló que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que investigó las denuncias contra el P. Rupnik, «dijo que sucedió, hubo la absolución de una cómplice».

Rupnik es un artista reconocido a nivel internacional y sus obras incluyen trabajos en el Palacio Apostólico del Vaticano, en el edificio de la Conferencia Episcopal Española, en la basílica de Loreto, la basílica de Aparecida en Brasil y el Santuario de Fátima. Además realizó el logo del jubileo de la Misericordia.

A inicios de diciembre, medios de comunicación se hicieron eco de denuncias por presuntos abusos sexuales que habría cometido el P. Rupnik a inicios de la década de 1990, en una institución de religiosas llamada Comunidad Loyola en Eslovenia, de la cual fue cofundador.

El 2 de diciembre de este año, la Compañía de Jesús dijo en un comunicado que «la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) recibió una denuncia en 2021 contra el P. Rupnik S.J., en cuanto a su forma de ejercer el ministerio. No hubo menores involucrados».

Tras una investigación preliminar encargada a la Compañía de Jesús, CDF del Vaticano «determinó que los hechos en cuestión debían ser considerados prescritos y por lo tanto cerró el caso a principios de octubre de este año 2022», dice el comunicado de los jesuitas.

El escándalo que involucró al jesuita Rupnik estalló hace dos semanas cuando tres blogs italianos, Silere non Possum, Left.it y Messa in Latino, comenzaron a revelar acusaciones de abuso espiritual, psicológico y sexual contra Rupnik por parte de mujeres en una comunidad jesuita con la que estaba afiliado en su Eslovenia natal.

Sin embargo, desde esa investigación, la Compañía de Jesús tomó medidas cautelares contra el P. Rupnik, que incluyen la «prohibición del ejercicio del sacramento de la confesión, de la dirección espiritual y del acompañamiento de los Ejercicios Espirituales».

«Además, estaba prohibido para el P. Rupnik ejercer actividades públicas sin el permiso de su Superior local». «Estas medidas siguen vigentes hoy, como medidas administrativas, incluso después de la respuesta del Dicasterio para la Doctrina de la Fe», se lee en el comunicado de los jesuitas.

Los jesuitas respondieron inicialmente con una declaración el 2 de diciembre que confirmaba que le prohibían escuchar confesiones, dar dirección espiritual o dirigir ejercicios espirituales.

Sin embargo, recientes declaraciones del sacerdote jesuita Hans Zollner a Reuters, experto en la lucha contra los abusos y miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, apuntan a que los abusos del P. Rupnik podrían haber sido conocidos dentro de la Compañía de Jesús ya desde 1998. «Puedo entender cómo se sienten traicionadas las víctimas», confirmó Zollner a Reuters sobre el cierre del caso (14.12.2022).

Cronología de las investigaciones