Benedicto XVI tuvo al menos 4 experiencias con su ángel de la guarda. Él mismo lo contó. Dos de ellas las vivió cuando era muy niño. Lo explica el padre Fernando Cárdenas, sacerdote especialista en ángeles en un vídeo que ha publicado en su canal de Youtube en homenaje al Papa fallecido.
La primera tuvo lugar estando enfermo de difteria cuando era pequeño. Decían que no iba a sobrevivir, pero finalmente se recuperó, y él atribuyó su sanación a su ángel custodio.
La segunda cuando cayó en un tanque cerca de donde vivía y logró salir gracias a la ayuda del ángel guardián.
Más tarde, a finales de la segunda guerra mundial, Hitler decidió sobre todos los jóvenes alemanes y a él lo envió a una unidad antiaérea. Pero Ratzinger huyó.
Estaba enfermo, con septicemia. En ese momento se encontró con unos soldados. Su situación era grave porque desertar del ejército era tradición a la patria.
Pero por su delicado estado de salud le dejaron ir y pudo llegar a casa. En sus memorias Ratzinger dice que parecía que un ángel lo protegía.
En 2009 ya como Papa, se dirigía a Castelgandolfo de vacaciones con la intención de escribir su obra Jesus de Nazaret.
Entonces se cayó y le inyesaron el brazo. Benedicto XVI dijo que su ángel permitió esta caída, siguiendo órdenes superiores, para que se dedicara a descansar.
Lo que el Papa enseñó sobre los ángeles
El periodista Vittorio Messori le entrevistó cuando era prefecto de la congregación para la doctrina de la fe y le preguntó por el mundo invisible.
Ratzinger respondió con un símil: cuando uno ve los ojos de una persona puede vislumbrar lo que hay dentro, si esa persona está triste o feliz. No se ve la tristeza pero viendo los ojos de una persona se puede llegar a vislumbrar algo invisible.
Messori le preguntó a Ratzinger si había visto al ángel de la guardia y él respondió que no, que esa relación depende del temperamento de la persona, y que en todo caso no hay que detenerse en el ángel sino tener una comunicación con Dios.
Sobre los ángeles, Ratzinger dice que partiendo dela Sagrada Escritura y de la Tradición se sabe que son criaturas (no dioses) pero su naturaleza está en estar en la presencia de Dios y dirigidos hacia Dios. Por eso la mayoría de nombres de ángeles terminan con la partícula "el", que significa Dios.
Y el segundo aspecto es que son mensajeros de Dios. Ellos pueden serlo y estar cerca de los hombres porque están en presencia de Dios.
Benedict XVI dice que los ángeles pueden estar cerca del hombre precisamente por su cercanía a Dios.
Y que ellos vienen a remover en el hombre lo que está olvidado, encubierto: talentos, virtudes, dones, cualidades,...
El ángel viene a removerte para que salga todo eso que Dios te ha dado. Y viene a que tengas un encuentro contigo mismo.
Benedicto XV decía a los jóvenes que sientan la presencia de los ángeles y se dejen guiar por ellos. Y a los matrimonios, recurran a menudo a la ayuda de sus ángeles custodios para crecer en el testimonio constante de un amor auténtico.
Unámonos a los ángeles para entrar en comunicación con Dios.