Después de tres años de no mover las manecillas, la guerra emprendida por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, motivó que el Consejo de Ciencia y Seguridad de este grupo, creado en 1947 entre otros por Albert Einstein y científicos de la Universidad de Chicago, sitúe el Reloj a escasos 90 segundos del final de la vida terrestre.
Nunca en sus 76 años de historia –incluidas las guerras de Corea, Vietnam, la Guerra Fría, la crisis de los misiles en Cuba o el ataque terrorista del 11-s—el llamado Reloj del Apocalipsis había puesto a la humanidad tan cerca de una catástrofe de la cual no hay regreso.
Ellos saben las consecuencias
No en balde fueron los iniciadores de las bombas atómicas los que pusieron en marcha el Reloj: ellos sabían (y sus sucesores lo saben igualmente) lo que puede ocurrir en una guerra nuclear como la que anuncia Putin en su ambición desmedida por lo que él considera como "recuperar" Ucrania para Rusia.
Como bien lo asienta el Boletín este Reloj del Apocalipsis "es un indicador universalmente reconocido de la profunda vulnerabilidad del mundo ante las armas nucleares, el cambio climático y las tecnologías disruptivas. Cuanto más se acerque la medianoche, mayor será el peligro de nuestra existencia".
Más adelante, tras el anuncio de las manecillas al arrancar 2023 y a pocos días que se cumpla un año de la guerra en Ucrania (iniciada el 24 de febrero de 2022) "el mundo se encuentra en un momento muy peligroso. Decenas de miles de personas, muchos civiles inocentes, han muerto. No se vislumbra ninguna solución obvia al conflicto".
Menos aún por el envío de tanques Leopard de Alemania y otros países europeos a Ucrania, lo que podría desencadenar que el presidente ruso, por una decisión deliberada, por un error de cálculo o por un accidente de sus tropas invasoras, retrajera a la humanidad al mes de agosto de 1945, cuando dos bombas atómicas estadounidenses borraron del mapa a Hiroshima y Nagasaki.
Otras amenazas
Entonces no se tenía el arsenal nuclear que existe hoy; un arsenal capaz de hacer volar en pedazos a la Tierra miles de veces. De hecho, el Consejo de Ciencia y Seguridad del Boletín Atómico, contempla con enorme preocupación el movimiento de tropas rusas cerca de Chernóbil y de Zaporiyia, "violando los protocolos internacionales y arriesgándose a la liberación generalizada de materiales radiactivos".
Desde luego la perspectiva de una guerra nuclear es la que más preocupa al Boletín de Científicos Atómicos, pero también hay otras amenazas que penden sobre la humanidad como las tensiones entre Estados Unidos y China; el cambio climático, el uso de combustibles fósiles, la emisión de gases de efecto invernadero y las secuelas impredecibles del Covid así las amenazas, tanto en bioseguridad como en tecnologías disruptivas, entre otros factores que agravan la situación mundial a niveles de alarma.
De ahí que los miembros de esta organización terminen la presentación 2023 del Reloj del Juicio Final a 90 segundos de la medianoche diciendo que "si alguna vez hubo un momento para que los líderes mundiales tomen medidas para hacer retroceder el reloj, es ahora".