Manuel Guillén fue fundador y director del Instituto para la Ética en la Comunicación y las Organizaciones (IECO), e impulsor de la Cátedra de Ética Empresarial IECO-UV, el Proyecto Ètica de la Facultad d´Economía de la Universitat de València y el Decálogo en favor de la Dirección Humanista de Empresas, entre otros proyectos.
Su fallecimiento ha dejado un vacío muy grande en su familia, amigos, compañeros y en el ámbito académico. Porque Manuel no sólo era un gran profesional. También era una gran persona.
Desprendía "la alegría del que se sabe hijo de Dios", como le gustaba decir a San Josemaría. Le encantaba enseñar. Lograba entusiasmar a cualquier tipo de auditorio por su elocuencia, sabiduría y cercanía. Sorprendía con sus planteamientos en el ámbito académico. Manolo, como le llamábamos los que le conocíamos, transmitía un deseo por la búsqueda del conocimiento y la verdad como pocos.
Ética humanística en las empresas
Apostó de forma fuerte y decidida por llevar la ética humanista a las organizaciones y a los líderes empresariales. Durante el entierro de este querido profesor, su hermano mellizo, Antonio, conminó a los académicos a que no dejasen morir el legado que Manolo había construido. La gran constancia y empeño que caracterizaban a Manolo fueron indispensables para sacar adelante el IECO y el Proyecto Ètica de la Facultad de Economía de la Universitat de València, a los que ahora hay que seguir dando continuidad y contenido.
Trabajador infatigable, celoso del tiempo, quería aprovecharlo al máximo para trabajar, pero también para darse a las personas que lo necesitaban. Sabía ser desprendido cuando la ocasión lo merecía.
Por su condición de numerario, vivió en los colegios mayores Albalat y Alameda durante sus estancias en Valencia, por lo que llegó a formar a muchos universitarios. En los colegios mayores se vive una reciprocidad intensa. Se daba con generosidad y también recibía con humildad.
Dispuesto a ayudar
En el sepelio, los asistentes destacaron su generosidad, ya que siempre estaba dispuesto a ayudar con una sonrisa. Encaraba las dificultades de forma optimista. Si tenía claro que algo era para hacer el bien, no dudaba en intentarlo aunque fallara. Pasaba seis meses en Harvard y seis en Valencia y ayudó a muchos investigadores a hacer estancias en ambas ciudades, superando obstáculos técnicos, burocráticos, etc. aunque procediesen de facultades distintas a la suya.
La vida de Manolo fue de mucho trabajo por el bien común. Él no lo sabía, pero yo siempre le vi como el personaje de los cinco talentos del evangelio (Mateo 25, 14-30), que se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco.
Uno de sus grandes méritos ha sido concienciar de la necesidad de una ética empresarial centrada en las personas, tanto en el ámbito académico nacional e internacional, como en el empresarial.
El círculo virtuoso de la ética empresarial humanista
Consideraba que la ética humanista dibuja un círculo virtuoso: "Las acciones éticas continuadas de los individuos con calidad humana -veraces, justos, leales, etc.- tienen repercusiones en la propia toma de decisiones y ésta, a su vez, en aspectos de orden psico-social y técnico-económico", explica en su libro “Ética en las organizaciones. Construyendo confianza.”
Su libro “Motivación en las Organizaciones y Sentido del Trabajo” (Tirant lo Blanch, 2021) es fruto de su trabajo en las clases de la universidad sobre las motivaciones humanas.
Se dio cuenta de que, académicamente, estaban basadas en un planteamiento egoísta, siempre referidas al propio sujeto.
Gracias a su estudio de Aristóteles, Santo Tomás de Aquino y Juan Antonio Pérez López entendió que el planteamiento de las ciencias sociales actuales carece de una dimensión altruista o centrada en el otro.
Defendía que esa motivación de hacer cosas por los demás, incluso por el Otro, en referencia al culto hacia Dios, tenía un papel importante y podía explicar el comportamiento humano de un modo muy cabal.
La unión de las necesidades de cada uno con el bien que se puede hacer a los demás fue un planteamiento muy novedoso en las aulas y los foros académicos. Conectó el diálogo de las ciencias sociales y las humanidades (algo inusual) y cómo pueden beneficiarse mutuamente, propuesta que causaba impresión en la audiencia.
La lógica del amor
Uno de sus méritos fue cómo desarrolló "la lógica del amor". La persona que va amando se va desarrollando, una idea novedosa en el ámbito académico y que impactaba en quien lo escuchaba. Fue muy valiente en defender esta idea como investigador, pero al tiempo, reflejaba muy bien su calidad humana. Era una persona que sabía darse, querer a los demás, darse sin tasa aunque le pasara factura en su salud.
Una vida muy fructífera
Tras licenciarse (1992) y doctorarse (1998) en la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Valencia, formó parte de la Asociación Científica de Economía y Dirección de Empresas. Antes de obtener su Doctorado, participó como estudiante visitante en el programa de Doctorado del IESE Business School (Barcelona,1997).
"Allí donde hay confianza, se genera satisfacción y motivación personal en el trabajo […] se comparten los valores y los modos de actuar que siguen reforzando la confianza."
Fue profesor visitante en la Universidad de St. Thomas en Minnesota (1996-1997), la University of Notre-Dame en Indiana (1999-2000) y el Center for Business Ethics de la Universidad de Bentley en Massachusetts (2008-2012).
Desde 2006 fue durante ocho años secretario general de la rama española de la European Business Ethics Network (EBEN-España), desde donde trabajó para hacer que el movimiento Humanistic Managament (liderazgo humanista) se extendiera en España, a través de foros y publicaciones como su último libro Motivaciones en las Organizaciones y Sentido del trabajo (Tirant lo Blanch, 2021).
Formó parte de la Asociación Científica de Economía y Dirección de Empresas (1998), fue miembro invitado a la Editorial Review Board de la revista académica Journal of Business Ethics (2003), miembro de la Asociación de la UNESCO para la Promoción de la Ética en los Medios de Comunicación (AUPEMEC) (2005), miembro de la Comisión de Doctorado de la Universitat de València (2006) y organizador del XIV Congreso Nacional de Ética, Economía y Dirección (EBEN-ESPAÑA) (2006).
Docente
Titular en Organización de Empresas en la Universidad de Valencia (UV), fue docente en las áreas de Fundamentos de Dirección de Empresas, Comportamiento Humano y Ética Empresarial.
Así mismo, fue profesor visitante asociado al Programa Human Flourishing (HFH) en la Universidad de Harvard, donde era, además, desde 2016 investigador habitual en el Insitute for Global Law and Policy (IGLP) en Harvard y Representante de la Universidad de Valencia en el Real Colegio Complutense en Harvard (RCC).
Desde 2019 era miembro de la junta directiva de la International Humanistic Management Association (IHMA), cuyo objetivo principal es transformar la educación en management desde una perspectiva humanista.
Manuel Guillén lideró varios programas de investigación, entre otros, el grupo de investigación Organizational Commitment and Ethical Values (2005). Fue Senior Fellow del Abigail Adams Institute (Cambridge), y responsable del Study Group at Harvard RCC Inquiries in Ethics in Communication and Organizations (IECO).
A lo largo de su trayectoria profesional publicó tanto libros como artículos académicos, artículos de prensa, capítulos de libros y ofreció numerosas conferencias.