Se acerca el segundo domingo de Pascua y la iglesia celebra la fiesta litúrgica de la Divina Misericordia. La celebración fue instituida por el papa Juan Pablo II, el 30 de abril del año 2000, cuando canonizó a su compatriota polaca Sor María Faustina Kowalska, la religiosa cuyo testimonio espiritual y místico escribió en su «Diario» a solicitud del confesor, beato Miguel Sopocko, entre los años 1934 y 1938.
Venezuela también se alista para esta celebración en las diferentes diócesis e iglesias del país. La devoción a la Divina Misericordia o Jesús Misericordioso como también se le conoce, se ha hecho muy popular en la nación suramericana, conformando movimientos de apostolado bajo la espiritualidad de la Divina Misericordia para difundir el rezo de la Coronilla, la Novena, cumplir con la fiesta litúrgica y vivir las exigencias del Evangelio.
Luis Aquino es el coordinador del Movimiento de la Divina Misericordia en la Diócesis de Guarenas. Junto a su asesor, el padre Valdemar González, impulsa la devoción y preparan los festejos del 16 de abril en la iglesia parroquial Santa Cruz de Pacairigua, en Guatire, estado Miranda, donde reunirá a representantes de unas 24 parroquias.
«Nos vamos a reunir desde las 10 de mañana hasta las 5 de la tarde, aproximadamente. Será una verdadera fiesta en la que conoceremos lo fundamental que es la misericordia de Dios para cada persona, porque Dios nos ama a todos», comentó para Aleteia.
La convocatoria de este año tiene durante la mañana la bienvenida a los misioneros procedentes de las parroquias. A partir de las 1 y 30 de la tarde, el padre Pedro Martínez predicará sobre la Divina Misericordia. A las 2 y 30 comenzará una hora de adoración a Jesús Sacramentado; y a las 3 y 30, será la misa presidida por monseñor Tulio Ramírez.
Las reliquias asociadas a la Divina Misericordia
Aquino informó que una de las parroquias asistentes será «Asunción de María», erigida en 1998 y que está bajo responsabilidad de la Sociedad del Apostolado Católico de la Provincia Polaca «Cristo Rey de Varsovia», mejor conocidos como «Padres Palotinos».
En Asunción de María resguardan las reliquias de tres grandes promotores de la espiritualidad, a saber, san Juan Pablo II (un mechón de su cabello), y restos óseos de santa Faustina Kowalska y el beato padre Miguel Sopocko, todos de origen polaco.
David Dziedzic (Padres Palotinos), quien es de origen polaco y párroco de esta comunidad, hace un año expuso las reliquias para veneración de los devotos.
«Para este año 2023 se le hizo la petición de volver a exponer las reliquias. Además, dirigirá la hora santa y con seguridad nuevamente resaltará la importancia del trabajo realizado por estos apóstoles de la Divina Misericordia», expresó Luis Aquino.
«Alegría, solidaridad y perdón», señales de la Divina Misericordia
Respecto a la predicación recordó que en la festividad pasada el padre Pedro Guerra, actual párroco de “Jesús Obrero” de Guarenas, la fundamentó en tres palabras clave: «Alegría, solidaridad y perdón», que definió como «señales de la misericordia».
ALEGRÍA. Indicó que los discípulos se llenaron de alegría al ver a Jesús resucitado. Por su parte, al mostrar sus manos y costado heridos «Jesús muestra cuán profundo es su amor». Por eso la primera señal de la Misericordia es la alegría. Las personas son verdaderamente devotas de la Divina Misericordia si se llenan de alegría, explicó.
«La gente que no se sabe reír lleva la vida como una carga (…) Jesús resucitó para que seas una persona llena de alegría como los discípulos», afianzó en su prédica.
PAZ. Pedro Guerra habló también de la paz como la segunda señal de los devotos de la Divina Misericordia. «De nada vale pedir por la paz del mundo si en tu corazón no hay paz», acentuó. Comentó que las preocupaciones de la vida tienen descanso y serenidad en la paz que viene de Dios. «Así se vive la misericordia de Dios», recalcó.
«La gente resentida, las familias resentidas y las sociedades resentidas nunca tendrán paz porque siempre andarán con una cuenta pendiente (…) Jesús a pesar de sus sufrimientos, conocer la traición y padecer la muerte, no tuvo rencor».
PERDÓN. El tercer aspecto que caracteriza a los devotos de la Divina Misericordia es el perdón porque Jesús perdonó. «No hay otra cosa que se llame misericordia de Dios sino hay perdón», enseñó el sacerdote venezolano.
La novena comenzó el Viernes Santo
La festividad de la Divina Misericordia, aunque se cumple el segundo domingo de Pascua, tiene algunas actividades para cumplir previamente como la «Novena» que inicia el Viernes Santo. Se trata de una solicitud directa de Jesús a Sor Faustina.
«Deseo que, durante esos nueve días, lleves a las almas a la Fuente de Mi Misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte». Diario de Sor Faustina (1209).
Esther Gil, integrante de este movimiento en Caracas, destacó que el sábado 15 de abril realizarán una peregrinación desde la Basílica Santa Teresa que incluye la visita a varios templos, hasta la parroquia San Benito, a las faldas del Cerro El Ávila.
Luego, el domingo 16, todos los movimientos asistirán a la nueva parroquia de la Divina Misericordia en El Junquito –hacia el oeste de la ciudad- para acompañar a los devotos de este lugar y llevar un cuadro de Jesús Misericordioso, informó para Aleteia.
Santa Faustina es profeta de nuestro tiempo
María Faustina Kowalska nació el 25 de agosto de 1905, en Głogowiec (Polonia), como la tercera hija entre diez hermanos de la familia de Mariana y Estanislao Kowalski. Antes de su ingreso a la Congregación de la Madre de Dios de la Misericordia, fue conocida como Helena. Recibió varias revelaciones de Jesucristo que fueron recogidas en su Diario, y con el tiempo, reconocidas por las autoridades de la Iglesia.
Algunos de los títulos con que se le conoce son: Apóstol de la Divina Misericordia, Secretaria de Jesús Misericordioso, Profeta de nuestro tiempo, gran Mística y Maestra de la vida espiritual. Forma parte del círculo de los santos más conocidos y queridos y también de los mayores místicos de la Iglesia católica.