Cuando Lamar Johnson proclamó que era inocente de cometer un asesinato en 1994, sus súplicas cayeron en saco roto. Fue condenado a prisión, donde permaneció 28 años, hasta febrero de este año, cuando un juez finalmente revocó su condena gracias a nuevas pruebas y relatos de testigos.
Si bien debe ser imposible imaginar el nivel de injusticia que debe sentir este hombre, que tiene ahora 50 años, surgió una dulce historia a lo largo del tiempo que Johnson pasó en prisión.
Según CBS News, Johnson entabló una amistad poco probable con Ginny Schrappen, que ahora tiene 80 años, gracias al diácono de su iglesia.
Schrappen explicó que un diácono de su iglesia en St. Louis le dio una carta de un residente del área que había sido encarcelado: Johnson. Había escrito a la parroquia con la esperanza de tener contacto con algún feligrés, y esta carta cayó en manos de Schrappen, quien creía en la inocencia de su nuevo amigo por correspondencia, aunque ella señala: "Me han acusado de ser ingenua antes, así que está bien".
El dúo comenzó a escribirse y no se dejaron de cartearse hasta que Johnson finalmente quedó en libertad. Y una de las primeras cosas que hizo Johnson fue encontrarse con su fiel amiga.
Allí le dio a Johnson una caja de su cereal favorito, un beso y una carta más en la que la anciana le dice: "Te mereces lo mejor, Lamar."
En última instancia, la fe que Schrappen tenía en su corresponsal resultó ser un salvavidas para Johnson. Como él señala:
"Especialmente cuando alguien es inocente, quieres que alguien crea en ti, porque cuando tienes personas que creen en ti y no se dan por vencidas contigo, entonces se te hace más difícil rendirte tú mismo."
La dulce historia no solo destaca la importancia de que la gente crea en ti, sino que también refuerza el hecho de que nuestra fe en Dios y en los demás puede ser fundamental para hacer el bien.
Puedes ver el conmovedor momento en que los amigos finalmente se encontraron, en el siguiente video de CBS: