Los conventos de clausura, viven entre la crisis y confiados en la esperanza. En España hay más de 700 conventos femeninos de clausura, que viven sobre todo de su trabajo artesano. Pero la subida de los precios, unida al envejecimiento de las religiosas, hace cada vez más difícil mantenerlos
Este es el caso que llegó a la Fundación DeClausura, Las Salesas del Monasterio de la Encarnación de Lugo, mandaron su petición a la Fundación DeClausura, pidiendo una ayuda para los gastos excesivos que tienen cada mes, de agua, luz y seguridad de las 10 de las 14 hermanas que tienen que pagar las cotizaciones a la Seguridad Social en el caso de las monjas jóvenes que tienen el régimen de autónomos, y ascienden a casi 300 euros, para temer el día de mañana una pensión que les permita ayudar en los gastos del Monasterio, como la hacen las 4 hermanas mayores de este Monasterio.
Aleteia, ha hablado con la hermana María Virginia, nos cuenta como la economía del Monasterio, ha ido a peor:
"Antes nos dedicamos a la encuadernación de libros y teníamos muchos trabajos, pero las nuevas tecnologías acabaron con ello. Nos reinventamos, habiendo dulces que vendemos en el torno y en las ferias de Navidad mandamos alguno a los mercados Navideños o fiestas que se hacen de productos monásticos. Empezamos con muy poco, conseguimos a través de donativos una cámara para la fermentación, una nevera grande y una batidora industrial".
Futuro incierto
Los conventos de clausura son una realidad eclesial que aporta un testimonio de vida consagrada y contemplativa al mundo. Sin embargo, muchos de ellos atraviesan dificultades económicas que ponen en riesgo su sostenibilidad y su misión. La pandemia del coronavirus ha agravado esta situación, al reducir los ingresos provenientes de la venta de productos artesanos, el turismo religioso o las donaciones. Además, la escasez de vocaciones y el envejecimiento de las comunidades religiosas plantean un desafío para el futuro de estos monasterios.
Según la Conferencia Episcopal Española, en el país hay más de 700 conventos femeninos de clausura, que albergan a unas 9.000 monjas de diferentes órdenes y congregaciones. Estas religiosas dedican su vida a la oración, el trabajo y la fraternidad, siguiendo el carisma de sus fundadores.
Algunas de ellas elaboran dulces, jabones, cerámicas, bordados u otros productos que venden al público como medio de subsistencia. Otras abren sus puertas a los visitantes que quieren conocer su patrimonio histórico-artístico o su espiritualidad.
En este momento desde la Fundación DeClausura pinchando en este enlace Gastos de las Salesas de Lugo (declausura.org) podrán aportar su donativo tan necesario para esta comunidad.
Necesitan ayuda
Sin embargo, estos ingresos no siempre son suficientes para cubrir los gastos que conlleva el mantenimiento de los conventos, muchos de ellos antiguos y con necesidades de reforma. Además, las religiosas tienen que hacer frente al pago de impuestos como el IVA o el IRPF, así. A esto se suma el aumento del coste de la vida y de los servicios básicos como la luz, el agua o el gas.
Ante esta situación, algunas iniciativas han surgido para ayudar a los conventos de clausura a optimizar sus recursos y a buscar nuevas fuentes de financiación. Una de ellas es la ayuda de la Fundación DeClausura.
Pero no todo son malas noticias para los conventos de clausura. También hay signos de esperanza y renovación que muestran la vitalidad y la fecundidad de la vida contemplativa. Algunos conventos como el de Santa María de la Visitación de Lugo, tienen 10 monjas bastante jóvenes, y alguna de ellas el año que viene, irán a reforzar el convento de Salesas en otro monasterio, que está a punto de cerrar.
La Fundación DeClausura, consciente de esta problemática, en su web recién estrenada, nos da la oportunidad de donar a todas las necesidades que les llegan viendo su aportación, en un "termómetro" de como aumentan los donativos, pinchando aquí Necesidades urgentes - Fundación DeClausura, pueden ver como aumentan los donativos gracias a la generosidad de sus donativos