La Biblia menciona cómo es que Jesús llamó a sus apóstoles, comentando detalles de cada uno, como sucede con Santiago, conocido como «el mayor», para diferenciarlo de Santiago el hijo de Alfeo, y su hermano Juan, quienes eran aguerridos y rápidos para responder a las provocaciones, por ello Cristo no dudó en ponerles el sobrenombre de «hijos del trueno».
Los Hechos de los Apóstoles narran que fue el primero de los doce en sufrir el martirio, condenado por Herodes a morir decapitado. Así, pues, se asemejó a su Maestro, muriendo por enseñar a otros la Verdad.
Descubrimiento de su tumba
Se sabe también, por la misma Escritura, que después de la Resurrección todos los apóstoles fueron a predicar el evangelio por el mundo. Ciertamente, por la tradición conocemos que Santiago estuvo en España y que en el año 831 fue descubierta su tumba cerca del monte Liberón, en un lugar que se después llamó campus stellae (campo de la estrella), de donde luego tomó el nombre de Compostela. La ciudad tiene muy bien documentada toda la historia y vale la pena conocerla.
A veces a pie, otras a caballo
Sin embargo, queda una pregunta, ¿por qué a veces se le representa de pie y otras a caballo? Esto también se debe a la tradición. Después de muerto, el cuerpo de Santiago es devuelto a España, pero es hasta 1075 que se vuelve un importante sitio de peregrinación.
Allá acudían los reyes a pedir su auxilio para recuperar los territorios invadidos por los musulmanes. De acuerdo a los relatos, Santiago se apareció al Rey Ramiro I y a otros monarcas montado en un caballo blanco y espada en mano para ayudarlos a vencer a Abderramán II en la Batalla de Clavijo.
De ahí que, además de representarlo de pie, como a todos los apóstoles, también se le reconoce a caballo, y además se le nombró «Santiago Matamoros», el apóstol guerrero que es visitado en Compostela por miles de peregrinos cada año.