El delantero del Real Madrid, de apenas 20 años de edad, ha sorprendido a todos por el respeto a sus padres y su fe católica, públicamente expresada, convirtiéndose así en un ejemplo a seguir para la juventud, ya que ha roto muchos estereotipos.
Nacido en Sao Gonçalo, una de las favelas más pobres y peligrosas de Rio de Janeiro, tiene unos padres que hicieron un gran esfuerzo para salir de esta zona y que él pudiera jugar al futbol. Por ello, no olvida ni sus orígenes humildes ni la importancia de la familia, institución fundamental para él.
Un joven normal
Lejos de los escándalos que protagonizan otros futbolistas jóvenes que llegan a la élite, en el Real Madrid están muy contentos con la actitud y la vida privada de Vinicius. Actualmente, vive en Madrid en una casa con sus padres, sus tres hermanos, su sobrina y su tío.
De hecho, no presume de coches de alta gama, porque no conduce. Incluso algunos de sus compañeros que viven en la misma zona de Madrid le han llevado en muchas ocasiones a los entrenamientos.
Dos pilares fundamentales
Pero dos cosas que ha dejado muy claro y siempre ha remarcado es que sus dos pilares fundamentales en la vida son Dios y su familia. En sus redes sociales, Dios está presente y ,de vez en cuando, publica alguna cita bíblica para expresar su estado de ánimo o lo que siente en ese momento.
De este modo, cuando se lesionó en el Real Madrid y tuvo que estar dos meses fuera de los terrenos de juego, Vinicius Jr. escribía en su cuenta de Twitter un versículo del profeta Isaías:
“No temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortalezco, te auxilio, te sostengo con mi diestra victoriosa”.
En otro mal momento, citó el libro de Josué: “Lo que yo te mando es que tengas valor y seas valiente. No tengas miedo ni te acobardes, que contigo está el Señor, tu Dios”.
Pero no solo se acuerda de Dios en los malos momentos, sino sobre todo en los buenos. Cuando pasó la revisión médica del Real Madrid dejó escrito esto:
“Querido Dios, gracias por escucharme, protegerme y hacer todo para verme sonreír”.
O cuando habla ante los medios tras marcar un gol. “Muy feliz por el gol y por ayudar al equipo. ¡Gloria a Dios por todo!”
Reconocimiento público
Pero si la familia es un pilar fundamental en su vida, el otro es Dios, tal y como él mismo reconoce. De hecho, escuchando sus declaraciones o leyendo sus publicaciones en las redes sociales hay pocos futbolistas que den tantas gracias a Dios como él.
“Siempre tengo que dar gracias a Dios y a mi familia”, afirmaba en una entrevista.
Aunque no es común encontrar deportistas católicos en el fútbol de élite, donde abundan más los tatuajes, coches y fiestas, la realidad es que cada vez más futbolistas muestran su fe públicamente aunque la mayoría de los que lo hace profesan otra creencia.