La Carta a los Hebreos informa que Jesús "puede salvar definitivamente a quienes por Él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder por ellos" ( Heb 7,25 ).
El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que "la intercesión es una oración de petición que nos conforma estrechamente con la oración de Jesús [...] la intercesión cristiana participa de la de Cristo: es expresión de la comunión de los santos" (n. 2634-2635). La oración intercesora nos permite pedirle a Dios algo para otro. Es “propiedad de un corazón que escucha la misericordia de Dios” (n. 2635). En la intercesión, quienes oran no "buscan sus propios intereses, sino que piensan en los de los demás" ( Flp 2,4 ).
¿Qué dice Santa Catalina de Siena?
Santa Catalina de Siena, mística del siglo XIV, expone la lógica divina de la oración intercesora, cuya esencia es la santa dependencia. En su obra El Diálogo, Dios le dice a Catalina:
"No doy todas las virtudes por igual a todos. Hay varios que reparto de tal manera, unas veces a uno, otras veces a otro. Para uno es caridad; al otro, la justicia; a él humildad; para él, una fe viva. En cuanto a los bienes temporales, a las cosas necesarias para la vida humana, las distribuí con la mayor desigualdad, y no quise que cada uno poseyera todo lo que le era necesario para que así los hombres tuvieran la oportunidad, por necesidad, de practicar caridad unos hacia otros. Quería que se necesitaran unos de otros y que fueran mis ministros para la distribución de las gracias y los dones que recibían de mí.
Ayudar al espiritualmente prójimo
La oración intercesora es tan importante que está escrito en El Diálogo: “Por caridad, debes ayudar espiritualmente a tu prójimo con la oración. Estás haciendo daño a tu prójimo al privarlo de la oración que debes ofrecerme por él”. La oración intercesora lleva a otros a la presencia de Dios.
El Espíritu Santo también nos anima a orar por los demás. Según San Juan de la Cruz , “Dios muestra a veces a las almas santas las necesidades de su prójimo, para que, mediante la oración, les lleven un remedio. A veces Dios da al alma el deseo de orar por otras personas que nunca ha conocido ni oído hablar”.
El sacerdote dominico Bernard Bro (1925-2018) comprendió el papel esencial de la oración intercesora:
“La vida antepone a nuestro prójimo. Sin una oración de intercesión, ¿quién puede pretender amar al prójimo? Nuestro prójimo es designado por Dios para sacar lo mejor y lo divino de nosotros”.
Aquí hay algunas ideas para practicar la oración intercesora:
- Mantén una lista de todas las personas por las que oras
- Puedes guardarlo en tu teléfono o guardar fotos de cada persona en tu rincón de oración
- Decídete a ofrecer tus pruebas y sufrimientos diarios por todos los que están en tu lista de oración y pide a otras personas que oren por tus intenciones