Una oración importantísima es la que se hace frente al Santísimo Sacramento, sobre todo la dedicada a Él en jueves eucarístico durante la Hora Santa, que aún se hace en muchas iglesias, invitando a los fieles a postrarse ante la presencia del Señor hecho pan, para adorarlo y presentarle nuestras necesidades.
Sin embargo, si no se tiene la posibilidad de acudir, bien podemos dedicar un momento del día para orar y pensar en la inmensidad de nuestro Señor Jesús Eucaristía. Aleteia invita a interiorizar esta oración:
Acto de humildad y de confianza ante Jesús Eucaristía
¡Señor! tu divina presencia me llena de alegría,
pero al mismo tiempo me infunde temor.
Eres Tú tan grande y yo tan pequeño.
¡Eres Tú tan santo y yo tan pecador!
que estoy tentado de decirte como san Pedro:
Señor, apártate te de mí que soy un pobre pecador…
pero si me tomas la palabra, ¿qué será de mí, Señor?
¿A dónde ir si me aparto de ti? ¿En qué brazos refugiarme?…
Tú solo eres el perdón y la vida.
Yo me refugiaré señor en tus brazos,
o mejor aún en tu Corazón,
recibiéndote en la Sagrada Eucaristía.
Sé bien que no soy digno de ello,
pero también sé que tu Eucaristía
no es solamente un premio concedido a los buenos,
sino un auxilio ofrecido al pecador arrepentido;
y si tengo la conciencia de haber pecado,
también tengo la seguridad de estar arrepentido.
Es mi arrepentimiento el que me postra a tus pies.
Vengo a tu sagrada Mesa a buscar en ella la ayuda
para corregirme de mis pecados, para ser bueno,
para conservarme santo y estoy cierto que en ti lo encontraré.
- En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado
R. El Corazón amoroso de Jesús Sacramentado.