Parece el guión de una película de aventuras de los 90, pero esta historia ocurrió de verdad. Cuatro chicos decidieron poner un mensaje en una botella de cristal y tirar la insólita carta al agua. Ninguno de ellos -ni en sus sueños más salvajes- imaginó que la botella volvería a ellos… 27 años después.
"¡Si encuentras la botella, llámame!"
La historia de cuatro amigos fue descrita en The Washington Post. "Brian Standefer tenía 10 años cuando, en 1995, él y tres amigos escribieron una nota en un trozo de cartón. Los chicos la enrollaron, la metieron en una botella de cristal y la arrojaron a una laguna de La Marque, Texas, cerca de la bahía de Galveston.
Su intención era que el mensaje llegara a alguien en el mundo, o al menos en los alrededores del Golfo de México. Si lo encuentras, llámame", escribió Standefer en un papel, dando dos números de teléfono. En caso de que no haya nadie en casa, deja tu número grabándote en el contestador, añadió".
Los chicos pronto se olvidaron de la carta en una botella, pero su amistad continuó. Hace año y medio, uno de ellos -Travis Casler- murió de un ataque al corazón. Los amigos quedaron desolados.
El 16 de julio de 2022, el voluntario Terry "PJ" Pettijohn, que en aquel momento limpiaba el parque, encontró la botella "misteriosa". Estaba semienterrada en el barro de la playa. Terry intentó llamar a los números que aparecían en el papel, pero fue en vano. Así que continuó su búsqueda a través de las redes sociales. Así consiguió ponerse en contacto con Standefer.
"Travis ciertamente tuvo algo que ver..."
El acontecimiento despertó los recuerdos de Brian y le hizo recordar a amigos de años pasados. "Ver una carta manuscrita con los nombres de mis mejores compañeros no solo fue muy emotivo, sino también una experiencia surrealista. Sobre todo porque hace poco perdimos a Travis", dijo Standefer.
"Al fin y al cabo, mi mejor amigo falleció hace un año y medio. Se me pone la piel de gallina al recordarlo. Sin duda, Travis tuvo algo que ver. Es posible que quisiera contagiarnos: Todo va a salir bien". - dijo Brain en una entrevista con el New York Post.
Encontrar una botella con un mensaje es de por sí muy emocionante. Este acontecimiento tenía un significado especial, porque traía a la memoria el recuerdo de una gran amistad. Estos cuatro chicos, al arrojar la carta al agua, no estaban seguros de si la encontrarían, o en caso afirmativo, cuándo la encontraría alguien.
Dios hizo que ocurriera cuando más lo necesitaban.