Presente en la audiencia general en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco dijo que seguía afectado por "esta gripe" y dejó que un prelado leyera su catequesis ante varios miles de personas el 29 de noviembre de 2023. La víspera, el Vaticano había anunciado la cancelación del viaje del Papa a Dubai para la COP28.
"Como todavía no me encuentro bien de esta gripe y mi voz no es buena, será monseñor Ciampanelli quien lea", dijo el Papa al inicio de la audiencia general. El sábado, el Pontífice, de 86 años, había sentido una "ligera gripe" y había acudido al hospital para que le revisaran los pulmones.
Al presidir la audiencia, el Papa no pudo pronunciar su catequesis, como ya había hecho el domingo durante el Ángelus dominical. Tampoco tomó la palabra para los tradicionales llamamientos al final de la catequesis, salvo el relativo a la paz en Tierra Santa. Al final de la audiencia, como sucede a veces, una compañía de circo entró en el Aula Pablo VI. El Papa fue todo sonrisas ante esta actuación. "El circo expresa una dimensión del alma humana; la de la alegría gratuita, la alegría sencilla, hecha con la mística del juego", comentó el Pontífice, con voz muy cansada.
¡No reduzcan la Iglesia a "una secta"!
En su catequesis, leída por un tercero, el Papa Francisco comenzó describiendo la "cultura del progreso tecnológico e individual" que caracteriza a las sociedades contemporáneas. Según él, esta cultura conduce a la afirmación de una libertad sin límites y a la indiferencia hacia "los que se quedan atrás".
"Nos encontramos en la primera civilización de la historia que intenta organizar una sociedad humana sin la presencia de Dios", afirmó el Pontífice, quien, no obstante, invitó a los fieles católicos a no huir del mundo. "Es necesario permanecer en las encrucijadas de hoy. Abandonarlas empobrecería el Evangelio y reduciría a la Iglesia a una secta", advirtió.
Tampoco se trata de "reafirmar convicciones religiosas adquiridas que, aun siendo verdaderas, se vuelven abstractas con el tiempo". Una verdad no se hace más creíble porque se alce la voz al decirla, sino porque la atestigua la vida", añadió.
Diez años después de la publicación de Evangelii Gaudium, una especie de hoja de ruta para el pontificado, el Papa reafirmó la necesidad de mirar "nuestro tiempo y nuestra cultura como un don".
Evangelizarlos no significa juzgarlos desde lejos, ni siquiera asomarse a un balcón gritando el nombre de Jesús, sino salir a la calle, ir a los lugares donde vive la gente, frecuentar los espacios donde se sufre, se trabaja, se estudia y se reflexiona".