10 Estados sin relaciones diplomáticas oficiales con el Vaticano

Diez países no mantienen actualmente relaciones diplomáticas formales con Vaticano, el Estado más pequeño del mundo. Este es un enfoque sobre estos estados y lo que podría cambiar en los próximos años.

El Reino de Arabia Saudí, cuna histórica del Islam, prohíbe toda práctica religiosa no musulmana en su suelo y no tiene iglesias en su territorio. Desde el punto de vista de la Iglesia, Arabia Saudí forma parte del Vicariato de Arabia del Norte desde 2011, y allí viven más de un millón de católicos, según una fuente implicada en su atención pastoral.

Aunque los contactos entre este Estado y la Santa Sede son muy escasos, en 2018 se dio un paso histórico cuando una delegación de la Santa Sede fue recibida en Riad, encabezada por el cardenal Jean-Louis Tauran, entonces presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, que se reunió en audiencia con el rey Salmane.

Se firmó entonces un acuerdo de cooperación, centrado en particular en la educación, que preveía la organización de un encuentro cada tres años. Sin embargo, hubo que esperar hasta 2023 para que un representante de la Santa Sede, el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, visitara de nuevo Arabia Saudí, sin que este encuentro anunciara novedades en un futuro próximo.

Pequeña monarquía budista muy tradicional de Asia, Bután cuenta con una población católica muy reducida, de apenas unos centenares de personas. En teoría, los católicos son tolerados en este país donde el budismo es la religión del Estado, y donde sólo hay una iglesia católica, situada cerca de la frontera con la India, y donde está prohibido todo proselitismo.

Los contactos con las pequeñas comunidades locales son escasos, y está prohibida la visita de misioneros. La última vez que un obispo visitó el país fue en 2011, cuando el obispo indio de Guwahati, monseñor Menamparampi, regresó de una expedición secreta y afirmó que allí se discrimina a los cristianos. El jesuita Kinley Tshering, que es el primer y único sacerdote de Bután, está a cargo de las comunidades dispersas. Depende de la diócesis de Darjeeling, en la India. No hay contacto oficial entre el gobierno butanés y el Vaticano, pero tres jóvenes de Bután participaron en la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa en el verano de 2023.

Brunei es un sultanato musulmán donde el Islam es la religión del Estado. Esta petromonarquía cuenta con unos 16 mil católicos, en su mayoría emigrantes filipinos. Está cubierta por un vicariato apostólico -y, por tanto, depende directamente de la Santa Sede- desde 2004.

El primer vicario apostólico de la diócesis de Miri-Brunei fue monseñor Cornelius Sim, el segundo sacerdote nacido en Brunei, que se convirtió en su primer obispo en 2005. Incluso fue creado cardenal en el consistorio del 28 de noviembre de 2020. El nombramiento del cardenal Sim, fallecido de cáncer en 2021, había sido una señal de mejora de las relaciones entre el gobierno y la comunidad católica.

Los misioneros están prohibidos, pero no las ordenaciones ni las iglesias como tales. La última visita de un representante oficial de la Santa Sede fue en 2005, a cargo de monseñor Giovanni Lajolo, entonces Secretario para las Relaciones con los Estados.

Las relaciones entre China y el Vaticano son extremadamente delicadas y complejas: el régimen comunista de Xi Jinping supervisa estrictamente a la Iglesia local, y actualmente no existen relaciones diplomáticas formales con la Santa Sede. Sin embargo, en 2018 se dio un paso adelante con la firma del acuerdo pastoral sobre el nombramiento de obispos, que permite a ambas partes participar en el proceso de designación y legitima el órgano de control del Partido Comunista Chino sobre la comunidad católica, la Asociación Patriótica. Esta última, que se encarga de sinicizar a la Iglesia local para evitar cualquier injerencia occidental, suele oponerse a las comunidades clandestinas, aunque existen puentes entre ambas entidades.

Bajo el pontificado de Francisco, la Santa Sede ha realizado numerosos esfuerzos para convencer a Pekín de que establezca relaciones más sanas. El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, se ha encargado personalmente de esta tarea, y ha sido duramente criticado por el cardenal Zen, obispo emérito de Hong Kong, por seguir una estrategia demasiado complaciente con el régimen.

Aunque se aprecian algunos signos de mejora, con algunos acuerdos alcanzados en pequeñas dosis, por el momento no cabe esperar más avances que los pastorales, y el establecimiento de relaciones diplomáticas formales parece aún muy lejano.

El archipiélago de las Comoras, en el océano Índico, es un país predominantemente musulmán, con solo cuatro mil católicos, en su mayoría extranjeros. Hay dos iglesias en el archipiélago y la libertad de culto está garantizada por la Constitución, aunque los católicos no gozan de los mismos derechos que los musulmanes.

Cáritas local desempeña un importante papel humanitario, y el archipiélago es vicariato apostólico desde 1975. El actual vicario apostólico es el congoleño Mons. Charles Mahuza Yava, religioso salvatoriano. Las relaciones diplomáticas informales, poco frecuentes, se llevan a cabo actualmente a través de la Nunciatura de Madagascar y Mauricio.

El régimen comunista de Kim Jong-un, cuyo abuelo Kim Il-sung, fallecido en 1994, aniquiló cualquier presencia católica en el país, es uno de los Estados más cerrados del mundo y no mantiene relaciones diplomáticas con la Santa Sede.

No se tolera ninguna presencia católica en el país, a excepción de una única iglesia en Pyongyang, que está estrechamente vigilada. Sin embargo, la ayuda médica y humanitaria, sobre todo en la lucha contra la tuberculosis, ha brindado la oportunidad de establecer contactos entre las autoridades locales y la Iglesia católica, con delegaciones de Cáritas surcoreana que acuden a Corea del Norte.

El cardenal You, actual prefecto del Dicasterio para el Clero, pudo viajar al Norte en varias ocasiones para misiones humanitarias cuando era obispo de Daejeon. En 2018, durante el Sínodo de los Jóvenes, el obispo You compartió sus esperanzas de una visita papal a Corea del Norte, después de que el líder norcoreano extendiera una invitación al pontífice a través del presidente surcoreano Moon Jae-in, con quien se había reunido en varias ocasiones.

Este periodo de distensión estuvo marcado por varias cumbres intercoreanas e incluso varios encuentros entre los líderes estadounidense y norcoreano, saludados por el Papa como una señal de que la paz era por fin posible tras siete décadas de guerra. Entonces se consideró seriamente la posibilidad de una visita papal y se establecieron contactos con la embajada norcoreana en Italia. Pero el posterior endurecimiento del régimen y el fracaso de la estrategia de apertura de los entonces líderes surcoreano y estadounidense, Moon Jae-in y Donald Trump, han hecho ahora improbable este viaje, en un contexto de renovada retórica bélica entre los dos vecinos coreanos.

En 2017, este país comunista del sudeste asiático recibió a su primer cardenal en la persona de monseñor Louis-Marie Ling Mangkhanekhoun, entonces vicario apostólico de Pakse y administrador del vicariato apostólico de Vientiane, la capital de este país de casi siete millones de habitantes, que solo cuenta con una ínfima minoría católica de unos 50 mil católicos bautizados.

Deseoso de sacar a Laos de su aislamiento, el régimen había aceptado unos meses antes, en diciembre de 2016, la organización en su territorio de la ceremonia de beatificación de 17 mártires asesinados por la guerrilla comunista entre 1954 y 1970, entre ellos diez misioneros franceses. Por razones diplomáticas, la misa no fue presidida por un cardenal vaticano, sino por el cardenal filipino Orlando Quevedo: de hecho, es en Filipinas donde se forman los seminaristas laosianos, que son ordenados a cuentagotas. A pesar de estos pocos signos de apaciguamiento, el régimen laosiano sigue siendo muy restrictivo en materia de libertad religiosa, prohíbe todas las misiones extranjeras y no mantiene relaciones directas con Roma.

Este archipiélago del océano Índico, conocido por sus playas paradisíacas frecuentadas por turistas pero también por su régimen islámico rigorista, es uno de los pocos Estados del mundo donde no hay presencia católica. No hay iglesia, ni distrito eclesiástico, ni se tolera ninguna actividad cristiana en este país donde la mera posesión de una Biblia puede llevar a su poseedor a la cárcel. Unos pocos cristianos, principalmente de la India, practican su fe clandestinamente, pero el país nunca ha tenido contacto alguno con la Santa Sede.

Somalia, un Estado fallido enfrentado al yihadismo y a las secesiones de Somalilandia y Puntlandia, no mantiene relaciones con la Santa Sede, ya que Roma está asociada a Italia, la antigua potencia colonial. Sin embargo, el país figura en el Anuario Pontificio con una única circunscripción eclesiástica, la diócesis de Mogadiscio, cuyo administrador apostólico de 2001 a 2024 fue el franciscano italiano Giorgio Bertin, que también fue obispo de Yibuti. Este obispo, que desempeñaba el papel de representante oficioso de la Santa Sede, fue sustituido recientemente por un palestino, Mons. Jamal Boulos Sleiman Daibes, hasta entonces obispo auxiliar del Patriarcado latino de Jerusalén.

Entrevistado por los medios de comunicación vaticanos en el momento de su jubilación, Mons. Bertin dijo que veía signos de relativa estabilización en Somalia tras años de caos. Su predecesor, Mons. Pietro Salvatore Colombo, fue asesinado en su catedral en 1989. El mandato de monseñor Bertin en Somalia también estuvo marcado por el asesinato de la monja italiana Leonella Sgobati, asesinada en septiembre de 2006 por terroristas islamistas. Fue beatificada en 2018 en una Misa celebrada en su diócesis de origen, en Italia, y no en Somalia, donde la situación de seguridad sigue siendo demasiado precaria.

Vietnam aún no mantiene relaciones diplomáticas plenas y formales con la Santa Sede, pero los intercambios se han ido desarrollando desde la década del 2000, sobre todo con acuerdos sobre el nombramiento de obispos, que han permitido a la Iglesia local recuperar una cierta base institucional. Varios dirigentes vietnamitas han sido recibidos en el Vaticano y un grupo de trabajo conjunto de diplomáticos de ambas partes se ha reunido en varias ocasiones. Los contactos se han intensificado en los últimos meses, con varios avances significativos. El pasado 23 de diciembre, la Santa Sede anunció el nombramiento de un representante papal residente en Vietnam -aunque todavía no nuncio- en la persona de monseñor Marek Zalewski, que hasta entonces solo había realizado visitas temporales, al estar destinado en Singapur. Este nombramiento se produjo tras el acuerdo anunciado durante la visita al Vaticano en julio de 2023 por el Presidente Vo Van Thuong, quien a continuación cursó una invitación formal al Papa Francisco para que visitara el país en diciembre.

Aunque el propio Papa Francisco había insinuado que este viaje lo realizaría más bien su sucesor, este proyecto parece haberse aclarado desde su encuentro con una delegación del Partido Comunista vietnamita el 18 de enero de 2024, al término del cual el Secretario para las Relaciones con los Estados, el arzobispo Paul Richard Gallagher, anunció su propia visita al país el próximo mes de abril. Esta evolución sugiere que la normalización de las relaciones diplomáticas es inminente.

Una fuente vaticana implicada en el asunto confió, sin embargo, que aún es necesaria cierta cautela, dado el riesgo de que la Iglesia sea utilizada como instrumento por un gobierno que conserva su "mentalidad comunista".