Sexto viernes de mes: oramos al Sagrado Corazón de Jesús, recordando que hay que confesarse, ir a Misa y comulgar para alcanzar las promesas del Señor, hechas a Santa Margarita María Alacoque para todos los devotos que cumplan con los nueve viernes. No fallemos en la oración.
Oración inicial
Oh Dios, que en el corazón de tu Hijo herido por nuestros pecados has depositado infinitos tesoros de caridad, te pedimos que al rendirle el homenaje de nuestro amor le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo Nuestro Señor, Amén.
Sexto viernes
Promesa: Los pecadores hallarán en mi Corazón un océano de misericordia.
Ofrecimiento: Sagrado Corazón de Jesús, siempre abierto a los pecadores arrepentidos, te ofrezco la comunión del presente día para alcanzar por tus méritos infinitos y por los de tu Santísima Madre la conversión de cuantos obran mal. Te suplico, ¡buen Jesús!, que inundes su corazón de un gran dolor por haberte ofendido. Haz que te conozcan y te amen. Dispénsame la gracia de amarte más y más en todos los instantes de mi vida, para consolarte y reparar la ingratitud de quienes te olvidan. Amén.
Oración después de la comunión
Jesús mío dulcísimo, que en tu infinita dulcísima misericordia prometiste la gracia de la perseverancia final a los que comulguen en honra de tu Sagrado Corazón los nueve primeros viernes de mes seguidos; acuérdate de esta promesa y a mí, indigno siervo tuyo que acabo de recibirte sacramentado con este fin e intención, concédeme que muera detestando todos mis pecados, creyendo en ti con fe viva, esperando en tu inefable misericordia y amando la bondad de tu amantísimo y amabilísimo corazón. Amén.
V. En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado,
R. el corazón amoroso de Jesús Sacramentado.
Oración final
Jesús mío, te doy mi corazón, te consagro toda mi vida, en tus manos pongo la eterna suerte de mi alma y te pido la gracia especial de hacer mis nueve primeros viernes con todas las disposiciones necesarias para ser partícipe de la más grande de tus promesas, a fin de tener la dicha de volar un día a verte y gozarte en el Cielo. Amén.