"Quien conoce a Jesús lleva la luz de la salvación de Dios, no el hacha de sus propios juicios", dijo el Papa Francisco durante el Ángelus del 10 de marzo de 2024. Advirtió contra los comentarios que añaden "negatividad".
El Pontífice comentó brevemente el Evangelio del día, en el que Jesús dice al fariseo Nicodemo que "no ha venido a condenar, sino a salvar al mundo". Cristo, subrayó el Papa, "lee los corazones", lo que le permite desenmascarar "actitudes falsas" o hacernos reflexionar sobre el "desorden" de nuestras vidas.
Sin embargo, advirtió el Pontífice, el conocimiento que Jesús tiene de los pecados de los demás nunca se utiliza para condenar, porque si no, "nadie podría salvarse". En cambio, el Señor ofrece la "suave luz de una lámpara amiga" para iluminar nuestro discernimiento, insiste.
Del mismo modo, "quien conoce a Jesús lleva la luz de la salvación de Dios, no el hacha de sus propios juicios", insistió el Pontífice. Pidió vigilancia contra la tendencia a emitir "con demasiada facilidad" "juicios negativos" sobre los demás.
El conocimiento de las limitaciones de los demás debe llevar a los cristianos a ayudarles, no a condenarles, dijo el Pontífice. Advirtió contra los comentarios que añaden "negatividad" y animó a comprometerse con el prójimo en la oración y la acción, mirándolo con "misericordia".