En los últimos meses se ha hablado mucho de este famoso síndrome conocido como SIMON por sus siglas que quieren decir: Solteros, Inmaduros, Materialistas, Obsesionados y Narcisistas. Esto afecta a personas de entre 35 y 45 años y tiene mucho que ver con su autoestima.
El psicólogo Enrique Pacheco compartió para Aleteia que este síndrome está atrayendo la atención de muchos especialistas a causa de un creciente patrón de comportamiento en estas personas. "Consiste en preferir una vida libre de compromisos y, hasta cierto punto, egoísta".
SIMON afecta a hombres y mujeres
En un inicio, este síndrome se le atribuía especialmente a los hombres. Actualmente, se constata que también puede aparecer en mujeres con las mismas características que se mencionaron anteriormente.
Enrique Pacheco nos cuenta que este síndrome proviene del narcisismo, por lo que no es un tema exclusivo del hombre, sino que también puede afectar a las mujeres.
"Es algo que puede afectar a cualquier ser humano que se sienta incapaz de vincularse con los demás, ya sea por miedo al compromiso, alguna experiencia complicada en relaciones anteriores, o también por una educación afectiva y socioemocional muy deficiente".
La influencia de los padres en este síndrome
Así como muchas otras heridas -o inclusive síndromes- se originan desde la infancia, sucede algo similar con el síndrome de SIMON, puesto que en la mayoría de los casos, dice Enrique, "son producto de una generación de papás permisivos y consentidores" que ha llevado a sus hijos a "convertirse en seres que confunden el amor con la complacencia, y la felicidad con el placer".
El psiquiatra Enrique Rojas relaciona este síndrome con un gran pánico al compromiso. En su libro Comprende tus Emociones señala que "solo quien es libre es capaz de comprometerse". Apuntando que ese es "el hombre de nuestro milenio".
A estos adultos jóvenes, el temor al compromiso les impide encontrar una pareja con la que puedan tener una relación estable y un futuro sólido, puesto que al no tener la capacidad de adquirir compromiso, lo evaden y sus relaciones interpersonales suelen ser líquidas.
¿Cómo prevenirlo?
El especialista Pacheco nos comparte algunas vías de prevención, afirmando que, a pesar de ser un síndrome que afecta a los adultos, es responsabilidad de los padres prevenirlo desde la infancia de sus hijos, pues una buena autoestima les ayudará a no desarrollar dichos patrones.
1No hagas dependientes a tus hijos
Normalmente los padres buscan alejar a sus hijos de cualquier tipo de sufrimiento y darles una vida cómoda. Sin embargo, es aconsejable ayudar a los hijos a aprender a vivir de forma independiente, afrontando las situaciones cotidianas sin necesidad de solicitar ayuda constante a los padres.
2Abre tu Biblia y consulta los Proverbios
El libro de los Proverbios, dice Enrique, "siempre será un excelente manual de crianza". Puedes basarte en el amor, la firmeza y la disciplina, pero partiendo principalmente del ejemplo como padres.
3Ser coherentes
En la crianza positiva es muy importante que haya coherencia entre lo que se pide a los hijos y los actos de los padres. Un padre que es irresponsable no le pude pedir a su hijo que sea responsable pues uno de los primeros ejemplos que tiene el hijo es el que ve en su hogar; y por lo tanto, eso será lo que replicará con el paso del tiempo.
¿Cuál es la solución?
Si identificas que tú o alguno de tus hijos podría tener este síndrome, no te asustes; aunque es un síndrome que nadie quisiera tener, es común y tiene una solución.
Lo más recomendable es recibir un acompañamiento psicoterapéutico. Un tip de oro compartido por nuestro especialista es: "Asegúrate de que el terapeuta con el que acudas cuente con bases sólidas y morales para que pueda ayudarte a conocerte y comprenderte mejor".
Además, recuerda que el primero en acompañarte en cualquier situación siempre será Dios.