La selva del Darién es "la orilla de un mar de lágrimas y muerte que congrega a hombres y mujeres, adultos y niños de las más diversas latitudes", escribe el Papa Francisco en una carta enviada el 19 de marzo de 2024 a los obispos de Colombia, Costa Rica y Panamá, reunidos en Ciudad de Panamá hasta el 22 de marzo en un encuentro titulado "Pascua con nuestros hermanos migrantes". Les insta a prestar especial atención a los miles de migrantes que pasan por esta región aislada, una de las más salvajes y peligrosas del mundo, que marca la frontera entre Colombia y Panamá.
El Papa señala que la migración en esta región involucra a "venezolanos, ecuatorianos, colombianos y haitianos, que a lo largo del camino se encuentran con grupos de nicaragüenses y otros caminantes de América Central, así como caminantes de otros continentes".
En total, a lo largo de 2023 pasaron por esta región más de 500 mil migrantes, entre ellos 120 mil menores, según las estadísticas del gobierno panameño, que constató una duplicación de este flujo con respecto al año anterior. Forman una "caravana humana" con una "faceta multicultural", pero la experiencia suele ser traumática, con muchos casos de abusos y explotación sexual.
El Papa señala que atravesar esta selva "se ha convertido hoy en un verdadero vía crucis, que no solo pone en evidencia los límites de la gobernanza migratoria en el hemisferio occidental, sino que alimenta un floreciente negocio que permite acumular los beneficios ilícitos del tráfico de seres humanos".
En este difícil contexto, invita a la Iglesia en América Latina a mostrar el rostro de una "Iglesia sin fronteras, madre de todos", sin dejar a nadie en el camino.
Señala los intensos esfuerzos realizados por la Iglesia en todo el continente americano, desde el Norte hasta el Sur, pasando por el Caribe, donde su acción se despliega en múltiples frentes: "albergues, centros para retornados, ayuda humanitaria de emergencia, atención médica, atención psicosocial, asesoría legal, apoyo espiritual, fortalecimiento de grupos de migrantes, medios de subsistencia y procesos de incidencia".
El Papa también reitera la importancia del derecho a no emigrar, subrayando que la Iglesia también debe ayudar a los potenciales candidatos a partir en su "derecho a permanecer en su patria con una vida digna y pacífica".
El Papa Francisco ya había lanzado un llamamiento a la solidaridad con los migrantes en dificultades en la selva del Darién durante el Ángelus del 17 de diciembre de 2023. El primer pontífice latinoamericano de la historia visitó Colombia en septiembre de 2017 para apoyar el proceso de paz en este país desgarrado por una guerra civil de más de 50 años, y Panamá en enero de 2019 para la Jornada Mundial de la Juventud.