"No estáis solos y no os dejaremos solos", dice el Papa Francisco en una carta a los católicos de Tierra Santa difundida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede el 27 de marzo de 2024. Con ocasión de la "Semana Santa", el tiempo litúrgico que precede a la Pascua, el Papa desea vivamente que toda la población de esta "amada tierra" "esté por fin en paz".
Mientras el ejército israelí prosigue sus operaciones militares en Gaza, a pesar de la adopción el 25 de marzo por las Naciones Unidas de una resolución que pide un "alto el fuego inmediato", el Papa condena una vez más "la locura inútil de la guerra, que es siempre y para todos una derrota sangrienta".
"Pienso en vosotros desde hace mucho tiempo y rezo por vosotros todos los días. [Os llevo en el corazón. Estoy cerca de todos vosotros, en vuestros diferentes ritos, queridos fieles católicos esparcidos por Tierra Santa", escribe Francisco en esta carta publicada en ocho lenguas.
Menciona en particular "a los que, en este difícil momento, sufren más dolorosamente el absurdo drama de la guerra, a los niños a los que se niega un futuro, a los que lloran y a los que sufren, a los que sienten angustia y confusión".
El pontífice argentino, que ya visitó Jerusalén en 2014, aboga por que los cristianos puedan "permanecer" en la tierra de donde vino Jesús. Les agradece que sigan "esperando contra toda esperanza" y les pide que sean "semillas de bien en una tierra desgarrada por los conflictos".
A lo largo del mensaje, el Pontífice cita a su predecesor Pablo VI, el primer Papa que peregrinó a Tierra Santa hace 60 años, advirtiendo: "La persistencia del estado de tensión en Oriente Medio, sin que se den pasos concluyentes hacia la paz, constituye un peligro grave y constante, que amenaza no solo la tranquilidad y la seguridad de estos pueblos -y la paz del mundo entero-, sino también ciertos valores sumamente queridos, por diversas razones, por una gran parte de la humanidad".
El jefe de la Iglesia católica espera que los creyentes de Tierra Santa puedan sentir el afecto "de todos los católicos del mundo". Y añadió:
"Hermanos y hermanas, quiero deciros: no estáis solos y no os dejaremos solos, sino que permaneceremos solidarios con vosotros mediante la oración y la caridad activa, esperando poder volver pronto a vosotros como peregrinos, para miraros a los ojos y abrazaros".
Por último, el 266º Papa afirma en esta carta "la dignidad de toda persona, sin distinción de religión, etnia o nacionalidad". Anima a los católicos a trabajar por la "unidad" con sus hermanos de otras confesiones cristianas, a los que expresa su "cercanía espiritual".
Durante la audiencia general del miércoles por la mañana, el Papa Francisco elogió el testimonio de dos padres, un israelí y un palestino, que se comprometieron juntos por la causa de la paz, después de que ambos perdieran a sus hijas en el conflicto.