Ser como María es el propósito trascendental de Synchro, una de las principales proveedoras de soluciones para el cumplimiento fiscal en Brasil. Desde hace 32 años, esta empresa proporciona servicios informáticos integrados, incluyendo actualmente 425 colaboradores directos en 5 regiones y atendiendo a 400 clientes, 14 mil usuarios y 44 mil establecimientos fiscales.
A lo largo de su trayectoria, la empresa se ha destacado en Brasil por la calidad de sus productos y servicios. Y sobre todo, porque sus socios José Luis Saraiva Hime, Alexandre da Silva Peixoto y Ricardo Buarque de Gusmão Funari trabajan arduamente para llevar a Dios a las personas y empresas, respondiendo a un llamado de Dios que consideran imprescindible.
En el año 2002, cuando Synchro afrontaba una crisis financiera, sus socios decidieron invocar la protección divina. En un acto formal en el Santuario Nacional de Aparecida el 2 de agosto de 2002, día de la fiesta de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, consagraron su empresa a Dios. En la consagración, agradecieron, pidieron perdón para enmendar errores e imploraron que su sí fuese semejante al sí de María Santísima.
Empresas centradas en Dios
El socio de Synchro, Ricardo Funari, considera que en el mundo hay tres tipos de empresas: egocéntricas (centradas en los socios), persona-céntricas (centradas en las personas), y teocéntricas (centradas en Dios). Sin duda, Synchro quiere mostrarse al mundo como una empresa teocéntrica. Sus socios reconocen que su vida es finita y que, tarde o temprano, rendirán cuentas al Creador por encima de todo sobre sus logros espirituales.
"El propósito es fundamental en cualquier empresa porque expresa su razón de existir. Si los socios no comparten el mismo propósito, no deberían estar trabajando juntos… Cuando los socios están divididos, esa desunión se propaga a otros niveles jerárquicos de la empresa", sostiene Funari.
Para los socios, es imposible hacer la voluntad divina sin oración, sacramentos, Misa y adoración a Jesús. Por ello, toman las principales decisiones de la empresa frente al Santísimo. Funari recuerda que:
No hay decisión sin tentación. Sin la debida protección espiritual, los empresarios acaban siendo devorados por el mundo".
En las últimas décadas, Dios ha hablado al corazón de los socios de Synchro para realizar profundos cambios. Por ejemplo, la empresa ya no terceriza servicios de seguridad y limpieza, porque era incorrecto tener personas trabajando en la empresa bajo condiciones de contratación dispares.
Actualmente, además, todos los colaboradores tienen el mismo plan de salud que el presidente de la compañía. Asimismo, la empresa eliminó las comisiones de venta porque generaban situaciones injustas: nadie debe recibir recompensa adicional por hacer bien su trabajo. Por otro lado, bajo comisiones, la porción fija de un salario puede ser insuficiente en algunos meses para lograr un sustento digno, forzando al vendedor a trabajar horas extras.
Desde el 2015, con el apoyo de His Way at Work, Synchro desarrolló su propósito, misión, valores centrales y un programa de desarrollo humano. Recientemente, para reforzar la cultura empresarial, Mauricio Rodrigues Aveiro (CEO de Synchro) estableció un nuevo cargo como Líder de Misión.
Entre sus tareas importantes, el Líder de Misión desarrolla, mantiene y comunica la cultura organizacional y se hace cargo de los programas de cuidado para mejorar el bienestar físico, psicoemocional, intelectual y espiritual de los colaboradores, sus familias y la comunidad.
Ciudado integral
Hay una cantidad de iniciativas de cuidado en Synchro. Una de ellas es "move", que promueve el ejercicio físico para mejorar la salud y disciplina de los colaboradores. Para el cuidado espiritual, Synchro tiene momentos diarios de oración y una Misa mensual. Adicionalmente, recaudan recursos para ayudar a madres necesitadas en un hospital. Otra iniciativa de cuidado emocional incluye el acompañamiento personal integral facilitando a los colaboradores resolver problemas personales profesionales y familiares.
La experiencia de vivir el propósito trascendental y los valores ha provocado una verdadera transformación en la empresa, en la que hay un creciente número de colaboradores que se convirtieron en embajadores, con un sentimiento de pertenencia y compromiso nunca antes visto. Empero, insatisfechos con sus logros, los socios siguen asumiendo retos de liderazgo, inclusive fuera de la empresa, como señal de María para llevar amor de Dios a más personas, familias y comunidades en los espacios empresariales.