¿Te gustaría mejorar tu matrimonio? Existen gran cantidad de consejos para hacerlo, sin embargo, hay algunos que se destacan si queremos empezar. Una relación de pareja debe tener estos cuatro componentes para crear un vínculo fuerte y pleno.
Es a través de su práctica que podemos forjar relaciones duraderas y matrimonios que caminen hacia la santidad. En un estudio realizado por la revista de psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, especifican que el compromiso, la intimidad, el romance y el amor son los cuatro elementos indispensables para una buena relación amorosa; además, destacan que son necesarios para la madurez de la pareja y la personal.
Te presentamos estos puntos, que son la base de toda buena relación, enfocados desde una perspectiva católica:
1El amor
Este aspecto es el único de tipo biológico pues hace referencia a nuestras hormonas, que se rigen por atracción natural. Desde este plano biológico, es considerado una “necesidad fisiológica de una pareja exclusiva para la cópula, reproducción, crianza y cuya satisfacción genera placer”; el estudio asegura que el amor se asocia al placer porque tiene relación con el sistema de recompensas, la dopamina, hormona de la felicidad.
Aunque es verdad que este aspecto genera alegría, como católicos sabemos que el amor es mucho más que ciencia, ya que proviene de Dios, que es Él mismo el Amor. Por ello, cultivar el amor en todas sus dimensiones (física y espiritual) dará una base firme al matrimonio.
2El compromiso
El compromiso es esencial porque refleja el “interés y responsabilidad” de ambas personas, siendo conscientes de que las decisiones que se tomen no solo repercuten en un individuo, sino en los dos.
Ser comprometidos con nuestro ser querido significa estar ahí en la relación, soportando momentos de dureza, en donde la lealtad se puede ver probada. Es esencial dar ese sí a estar con el otro, en alma y cuerpo.
3La intimidad
¿Cuántas veces hemos escuchado sobre ser íntimos en nuestra relación? Y no solo nos referimos a lo sexual, sino a la cercanía de la persona, de sus sentimientos. Ser ese “apoyo afectivo” en donde se tiene la “capacidad de contar cosas personales y profundas en la pareja”.A través de la intimidad crecemos en la confianza y seguridad dentro de la relación.
Ésta crece con las nuevas aventuras que se viven, como adquirir una casa, atravesar duelos, tener hijos, gozar a los nietos, entre muchas otras.
Lo mejor para crecer en este aspecto es buscar esos espacios de conversación en donde se puedan desahogar constantemente de sus frustraciones, así como celebrar las alegrías. Siempre siendo confidentes el uno con el otro y procurando la oración.
4El romance
Son las demostraciones de afecto que hay en la pareja. La finalidad del romance es buscar la cercanía de la otra persona, iniciando desde la atracción física y emocional. Sin duda, para que la pareja siga disfrutando de la belleza del amor, es fundamental activar la dopamina que nos permite ser felices al lado del otro.
No pierdas esos detalles con tu cónyuge, puedes conocer cuál es el lenguaje de amor con el que se siente más querido y partir de ahí para organizar una comida, una cita, darle un presente o escucharle en momentos de crisis.