El Vaticano señala que "normalmente solo se celebra el 'nacimiento al cielo' del santo. Pero el propio Jesús dijo de san Juan: 'En verdad os digo que entre los nacidos de mujer no hay otro mayor que Juan el Bautista'" (Mt 11,11).
Hoy, que recordamos con alegría su nacimiento, te presentamos cinco sucesos inspiradores que nos recuerdan el nacimiento de san Juan el Bautista.
1Humildad y asombro
San Juan no sería el santo que es ahora si no fuese por su humildad y, claro, la de sus padres; específicamente la de su madre.
Aquella pareja conformada por Isabel y Zacarías -quien había quedado mudo- eran muy ancianos y estériles. Sin embargo, para Dios no hay imposibles. Él obró un milagro para que esta pareja pudiera dar a luz a un hijo.
De este momento podemos quedarnos con el mismo asombro del pueblo, que se preguntaba: "¿Cómo es posible que hayan concebido un hijo?".
2Gozo total
Podemos destacar la alegría de sus padres, de María y, por supuesto, de Juan, que se encontraba en el vientre al igual que su primo Jesús. Juan se alegra cuando escucha llegar a María y a Jesús y da un salto (Lc 1, 39-45).
3Su nombre
Un dato curioso es que san Juan -quien bautizaba a las personas en el río Jordán- iba a ser bautizado con un nombre distinto; antiguamente, a los niños se les asignaba el nombre de su padre, sin embargo, la escritura cuenta que, para que se cumpliera la profecía, debía llamarse Juan.
"Al octavo día vinieron a circuncidar al niño; y querían llamarlo Zacarías como su padre, pero su madre dijo: No es así; se llamará Juan" (Lc 1, 57- 60). De este suceso aprendemos que ni la ilusión personal ni las tradiciones más arraigadas en nuestra cultura nos darán tanta plenitud como el sueño que Dios ya ha trazado para nosotros.
4El poder de la oración
Luego de haber orado mucho por un hijo, Dios otorga el milagro a Isabel y Zacarías, por lo que Dios hace milagros, incluso en lo que parece imposible. Con ello, nos enseña a no perder la fe y pedirle a Dios que nos ayude a entender y a aceptar sus planes.
5Pureza
Su estilo de vida austero en el desierto y su mensaje de arrepentimiento y purificación simbolizan la pureza de corazón y de vida. De ese modo, nos invita a llevar la pureza en nuestro obrar y pensamientos. Es así como Juan el Bautista encontró la clave para llegar a la santidad.
Con estos designios guiados claramente por Dios, para que san Juan Bautista naciera y con ello tuviera la maravillosa tarea de ser el mensajero del Salvador, en el Evangelio de Mateo leemos "Él es aquel de quien está escrito: 'Yo envío a mi mensajero delante de ti, para prepararte el camino'" (Mt 11,10).
No dudemos en imitar el ejemplo de san Juan el Bautista y elevar una oración a este gran santo, para que nos ayude a acercarnos cada día más a Jesús.