El Monasterio de san Salvador de Leyre, conocido en euskera original como Leireko San Salbatore Monasterioa, está situado al sur de la Sierra de Leyre, en el norte de Navarra, España. Es uno de los monasterios históricos más importantes de España, con una historia que se remonta al año 842.
Las primeras noticias del monasterio indican una donación del primer rey de Pamplona, Íñigo Arista, y del entonces obispo de Pamplona, Wilesindo. A lo largo de los siglos, como suele ocurrir con estos centros monásticos, Leyre fue acumulando propiedades y riquezas, gracias a los privilegios y donaciones que recibía de los reyes de Navarra. Su influencia e importancia crecieron, lo que dio lugar a importantes ampliaciones en el siglo XII. El monasterio fue también el lugar de descanso final de varios reyes de Navarra.
A lo largo de su dilatada historia, el monasterio de Leyre ha sufrido numerosas reformas y ampliaciones, la más importante de las cuales tuvo lugar en el siglo XVI, cuando se reconstruyó casi por completo. Pero a pesar de estos cambios, se han conservado cuidadosamente los elementos arquitectónicos románicos originales, incluida la iglesia con su Porta Speciosa y la notable cripta, que es aún más antigua.
Una herencia que perdura
Originalmente institución benedictina, el monasterio pasó más tarde a manos de los cistercienses. Hoy en día está bajo el cuidado de la Cartuja de Navarra, que lo devolvió a la Orden Benedictina. Los monjes siguen manteniendo y gestionando el monasterio, preservando su patrimonio espiritual e histórico.
Situado en una de las muchas rutas del Camino de Santiago, el Monasterio de Leyre sigue siendo un lugar importante para peregrinos y visitantes. Su importancia histórica se refleja también en la legendaria Arqueta de Leyre, una caja de marfil ornamentada fabricada en 1005 en la Córdoba musulmana de entonces, que contenía las reliquias de los santos Nunio y Alodio y que permaneció en el monasterio durante varios siglos.
El Monasterio de Leyre es un claro testimonio del rico patrimonio monástico y de la historia de Navarra y de toda España, que inspira reverencia a todos los que lo visitan.