San Benito Abad, patrono de Europa e iniciador de las órdenes monacales en Occidente, tuvo una vida extraordinaria basada en la oración y la penitencia, lo que le hizo muy agradable a Dios.
Desde muy joven sintió un amor ferviente por Él. Desde su adolescencia se propuso rechazar todas las tentaciones del mundo para poder amar a Dios sin ninguna distracción.
La clave es orar siempre
Por supuesto, la oración jugó un papel fundamental para poder alcanzar la santidad, por lo que redactó una regla con la que dio orden a la manera de llevar el día a día de los monjes que se adherían a su peculiar forma de vivir.
Aleteia te comparte una oración -compuesta por este gran santo- con la que podemos pedir la ayuda de Dios para lograr que nuestros dones y sentidos estén atentos para agradarle al Señor.