¿No queremos todos -dentro de unos años- poder recordar el primer Congreso Eucarístico Nacional en 83 años, y decir: "¡Nuestra familia estuvo allí!" Nos acordamos. Tuvimos un encuentro con el Señor Resucitado en familia aquel mes de julio. Fue un momento decisivo para nosotros"?
En su prólogo del libro Cartas y Guía El Cielo en tu Casa: Inspiración y herramientas para construir una Casa de la Trinidad, el obispo de Arlington, Michael Burbidge, nos invita a ver la conexión intrínseca entre la Eucaristía y nuestras "Casas de la Trinidad" o iglesias domésticas.
Escribe:
"En la cumbre eucarística de la Misa, encontramos que la vida efusiva de la Trinidad irrumpe de nuevo para nosotros, aquí y ahora….. Al participar en el sacrificio eucarístico, rezamos para que la acogida, la escucha y, sobre todo, el servicio de Dios vivan en nosotros y fortalezcan los lazos de nuestra Iglesia en todas sus formas, incluida la "iglesia doméstica" de la familia. Ver y encontrar el estilo de vida de Dios en la Eucaristía nos muestra cómo deben vivir nuestras familias para lograr una mayor comunión entre las personas".
Ver el vínculo
Establecer este vínculo entre la Eucaristía y nuestra propia vida familiar cotidiana no es algo que otros hagan por nosotros: tenemos que hacerlo personal. Tenemos que guiar a nuestras familias para que vean este vínculo. Y esto requiere tiempo, intencionalidad y oración.
¿Y qué mejor momento para hacerlo que durante este Congreso histórico?
Partiendo de la idea del Obispo Burbidge, nos gustaría proponer cinco maneras en que tú y tu familia hagan que este momento cuente:
1ADORACIÓN FAMILIAR
Lleva a tu familia a la Adoración Eucarística durante el tiempo del Congreso, preferiblemente el jueves, viernes o sábado por la noche, o el domingo por la mañana. Si es conveniente, programe este tiempo para que coincida con las sesiones diarias de avivamiento (7:00-9:30 pm EST, de jueves a sábado; y de 8:30 al mediodía el domingo). Formarás parte del Cuerpo de Cristo, intercediendo por la renovación de nuestros corazones, familias y nación.
2VER Y PARTICIPAR
Vean y participen en una o más de las Sesiones de Avivamiento en EWTN (transmisión gratuita en línea aquí). Y cuando lo haga, utilice estas sesiones como momentos de enseñanza y de oración para su familia, en lugar de consumir pasivamente los medios de comunicación. Considere la posibilidad de silenciar el programa en varios momentos, añadir un punto de vista personal, discutir las charlas en pareja o en familia, y unirse activamente a la oración. También puede obtener información actualizada sobre el Congreso en Aleteia.
3VISITAr UN SANTUARIO O BASÍLICA
Programa una excursión familiar de un día a una basílica o santuario el sábado 20 o domingo 21 de julio. Esta inversión de tiempo -simultánea al histórico encuentro de Indianápolis- pondrá sus corazones en actitud de receptividad. ¿Qué desea el Señor de vosotros? ¿Cómo los guía Su corazón eucarístico a ti y a tu familia en este tiempo?
4INICIar UN NUEVO HÁBITO
Marca este momento histórico a lo grande empezando a llevar a tu familia a un tiempo mensual de Adoración Eucarística. En lugar de verlo como un acontecimiento aislado, aprovecha la oportunidad para establecer un nuevo hábito que te dé vida.
5AYUNO
Elige un día -o parte de un día- durante el Congreso, y ofrece tu hambre por la renovación y renacimiento en nuestros corazones y en nuestra nación.
Tu familia es una "comunión de personas" (Catecismo, 2205) que refleja la vida divina de la comunión de personas, la Santísima Trinidad. Si la misión de tu casa y de tu familia es la comunión, entonces tu misión comienza en la Eucaristía, en la Comunión.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y serán creados, ¡y renovarás la faz de la tierra!