Era 1893 y, en la Congregación de Hermanas Madres de Desamparados y San José de la Montaña, inició una tradición que ha sobrevivido por siglos gracias a una curación milagrosa.
Un día, una mujer que se encontraba enferma dejó en el monasterio una nota a la hermana Petra con su petición escrita. A partir de entonces se reciben miles de cartas de fieles de todo el mundo para pedir la intercesión de san José.
La beata Petra, fundadora de la orden y hoy beata, dijo:
"Igual que sube el humo, con él, suben las peticiones y, de esta forma, llegan más rápidas al Señor"
Conoce más de esta increíble tradición y descubre cómo puedes enviar tú también una carta a san José.