El Líbano está en los titulares esta semana, sin embargo, un importante acontecimiento tendrá lugar allí este 2 de agosto de 2024 y no tiene nada que ver con la guerra regional. Esteban El Douaihy será oficialmente beato.
Conocido en latín como "STEPHANUS ALDOENSIS", Esteban El Douaihy fue el 57º Patriarca de Antioquía y Oriente para los maronitas desde 1670 hasta 1704. Reconocido como destacado historiador y teólogo libanés, mereció títulos como "El padre de la historia maronita" y "El segundo Crisóstomo".
Esteban Douaihy, nacido el 2 de agosto de 1630 en Ehden, al norte del Líbano, era hijo del subdiácono Mikhael y de Maryam (María) Douaihy. Perdió a su padre a los tres años. A los 11 fue enviado por el Patriarca Jirjis Amira al Colegio Maronita de Roma, donde estudió durante 14 años, dominando retórica, lógica, matemáticas, filosofía, teología y múltiples lenguas, como el árabe, siríaco, italiano, latín y griego.
Se negó a permanecer en Roma y quiso regresar a su ciudad natal para servir a su pueblo. Fue ordenado sacerdote en Ehden el 25 de marzo de 1656 por el Patriarca Yuhanna Safrawi. Tras ordenarse, sirvió en Alepo y en la campiña libanesa antes de ser elegido obispo de la eparquía maronita de Chipre en 1668.
En 1670 se convirtió en Patriarca y llevó a cabo importantes reformas para preservar y desarrollar la liturgia maronita, centrándose en las tradiciones siríacas y reduciendo las influencias latinas.
A pesar de la persecución, Douaihy continuó su labor académica, escribiendo a menudo en cuevas ocultas. Falleció el 3 de mayo de 1704 en Qannubine, valle del Kadisha. Considerado santo por muchos maronitas inmediatamente después de su muerte, muchos escribieron sobre su vida y milagros, incluidos patriarcas y obispos.
Sus virtudes heroicas fueron reconocidas por el Papa Benedicto XVI el 3 de julio de 2008. El Papa Francisco aprobó un milagro atribuido a él el 17 de marzo de 2024, y está previsto que sea beatificado el 2 de agosto de 2024.
Con esta breve biografía, el padre Antonio Douaihy presenta al nuevo Beato. El padre Antonio es sacerdote de la Eparquía Patriarcal Maronita, Vicariato de Ehden-Zgharta, en el norte del Líbano. Cursa estudios superiores en la facultad de Ciencias Eclesiásticas Orientales-Sagrada Liturgia, en la Pontificia Universidad Gregoriana, Pontificio Instituto Oriental de Roma, Italia.
Aleteia le pidió que nos contara más cosas sobre este patriarca de su patria, conocido por promover la unidad de la Iglesia, y se modelo de la alianza fe-ciencia.
Aleteia: ¿Por qué se dice que Estephan Douaihy es un faro de conocimiento y santidad?
P. Antonio: Esteban Douaihy es venerado como un faro de conocimiento y santidad debido a su profunda dedicación tanto a la búsqueda intelectual como al liderazgo espiritual. Integró a la perfección su amplia formación teológica y sus debates filosóficos con su compromiso de servir a Dios y a su pueblo.
Douaihy completó sus estudios teológicos y se doctoró en Teología. Sus debates filosóficos y teológicos tuvieron gran resonancia en los círculos romanos. A pesar de que los miembros de la Sagrada Congregación, los padres jesuitas y la nobleza romana le animaron a permanecer en Occidente como profesor, Douaihy insistió en regresar a su patria para servir a su pueblo y a la Iglesia con los conocimientos adquiridos.
Su dedicación al servicio del rebaño del Señor quedó patente en sus acciones como sacerdote, obispo y patriarca. Como sacerdote, comenzó inmediatamente a enseñar a los niños y a escribir libros, fortaleciendo la fe de muchos a través de sus homilías.
Como obispo, fue una presencia orientadora para su pueblo, y como patriarca, se convirtió en una figura fundacional, encarnando la siguiente proclamación: "La Iglesia maronita debe su fundación a su padre ermitaño, San Marón, su unificación en el Líbano a su primer patriarca, San Juan Marón, y su resistencia y organización al bendito patriarca Estephan Douaihy de Ehden".
Con una vida de humildad y oración, Douaihy fue un modelo de fe, utilizando todos los dones de Dios y sus talentos en beneficio de su Iglesia. Recopiló y estudió meticulosamente los manuscritos, elaboró listas exhaustivas y fue autor de numerosos manuscritos con la ayuda de varios copistas.
Sus contribuciones al ámbito litúrgico son numerosas e incluyen obras como La lámpara del santuario, el Libro de los anáforas, el Libro de 'Šartouniya -- pontificales, ritos funerarios, oraciones de las horas y votos para nuevos monjes. También compuso una gran variedad de libros sobre música sacra y filosofía, y escribió varios textos polémicos defendiendo la ortodoxia de la fe maronita y su unidad con Roma.
Douaihy es autor de numerosos libros históricos que documentan periodos de Oriente, incluidos los musulmanes, que ningún otro historiador había relatado antes, lo que le ha valido el título de gran historiador.
A través de sus obras académicas y su inquebrantable compromiso con su fe y su pueblo, Esteban Douaihy sigue siendo un brillante ejemplo de cómo el conocimiento y la santidad pueden servir juntos al mayor bien de la Iglesia y la sociedad.
Aleteia: ¿Por qué cree que este santo varón debe ser conocido fuera del Líbano y en todo el mundo?
P. Antonio: La importancia del Beato Esteban Douaihy se extiende mucho más allá de la Iglesia maronita, abarcando todas las Iglesias orientales que hoy se han extendido por todo el mundo. Sus contribuciones académicas y sus escritos, en particular el uso de las lenguas occidentales que adquirió durante su estancia en Roma, desempeñaron un papel fundamental en el conocimiento y el respeto de la herencia oriental en el mundo cristiano en general.
Sus obras teológicas e históricas son inestimables, pero lo que verdaderamente destaca es su profundo amor a la Iglesia, su compromiso con su unidad y su inquebrantable fe católica.
Douaihy ejemplificó cómo el profundo amor a la Iglesia puede inspirar a una persona a dedicar todos sus talentos a fortalecer la fe y preservar la tradición sagrada. Su vida y su obra son un modelo de devoción, resistencia y rigor intelectual que puede inspirar a creyentes de todo el mundo.
Su historia es un testimonio del poder de la fe y de la importancia de preservar y celebrar el patrimonio religioso, lo que le convierte en una figura digna de reconocimiento y admiración mundial.
Su vida y su obra son un modelo de devoción, resistencia y rigor intelectual que puede inspirar a creyentes de todo el mundo.
Aleteia: Ahora que la región sufre tanto, ¿qué dice el beato Estephan a su patria?
P. Antonio: En un momento en que la región está soportando inmensos sufrimientos, las palabras y acciones del Beato Esteban Douaihy ofrecen un profundo mensaje a su patria.
Como patriarca durante un delicado periodo de persecución, experimentó el dolor de verse obligado a huir en repetidas ocasiones, e incluso soportó faltas de respeto y agresiones físicas. A pesar de estas penurias, se erigió en faro de resistencia y fe, encarnando la resistencia y el sufrimiento de Cristo.
El beato Esteban Douaihy hizo frente a la persecución sin abandonar nunca su tierra ni a su pueblo. Fue un firme defensor contra la opresión y la injusticia. Su vida nos anima a mantenernos firmes y fuertes ante la adversidad, a proteger a los vulnerables y a vivir la llamada de Jesús a ser "la sal de la tierra y la luz del mundo". En nuestras luchas actuales, podemos inspirarnos en su inquebrantable compromiso y valentía, encontrando fuerzas para perseverar y defender la justicia.
Aleteia: ¿Cuál es su cita o anécdota favorita de su vida?
P. Antonio: Una de mis citas favoritas de la vida del Beato Esteban Douaihy es: "Si después de mi muerte, mis huesos sirven en algo a la Iglesia, sáquenlos de mi tumba y utilícenlos". Esta cita personifica su abnegada dedicación a Dios y a la Iglesia. Esteban Douaihy, que abandonó su hogar siendo niño y dedicó toda su vida a servir a la Iglesia, estaba dispuesto a ofrecer incluso sus huesos en beneficio de ella tras su muerte.
Notablemente, tras su beatificación, sus huesos han cobrado importancia, sirviendo como reliquias veneradas en la Iglesia.
Aleteia: ¿Podría señalar una virtud en particular que le caracterice?
P. Antonio: Una virtud que caracteriza particularmente al Patriarca Esteban Douaihy es su profunda encarnación de su vocación sacerdotal. Ejemplificó la triple identificación con Cristo como Sacerdote (santificador), Profeta (maestro) y Rey (gobernador).
A lo largo de su vida, ya fuera como sacerdote, obispo o patriarca, Douaihy demostró cómo se puede enseñar, santificar y gobernar eficazmente para la mejora de la Iglesia y del pueblo de Dios.
Su inquebrantable compromiso con estas funciones demuestra su dedicación a la grandeza de la Iglesia y al bienestar espiritual de su comunidad, lo que le convierte en un modelo de virtud sacerdotal.