El verano está llegando a su fin, lo que significa que solo quedan unas pocas semanas para disfrutar de la piscina o la playa. Algunos niños pequeños, que todavía están aprendiendo a nadar, pueden enfrentarse al agua con cierto temor. A pesar de las ayudas para nadar y de los brazos extendidos de mamá o papá para animarles a lanzarse al agua, el miedo puede vencerles rápidamente, opacando su confianza.
Los padres de Banner, de dos años, le han dado un truco imparable: invocar al Señor para ser valiente. "¡Jesús, hazme valiente!", se le oye gritar justo antes del gran salto, en un vídeo publicado en Instagram.
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Esta breve oración se la dio su mamá para afrontar una serie de miedos que experimentan muchos niños pequeños, como estar en la oscuridad o saltar al agua. "Algo que hemos enseñado a hacer a nuestros 4 hijos cuando tienen miedo es: (1) Pedir a Jesús que les haga valientes. Y luego, (2) Hacer la cosa incluso antes de sentirse lo suficientemente valientes como para hacerlo", explica la madre de uno en sus post de Instagram, así como a "lograr lo que les asusta incluso antes de sentirse lo suficientemente valientes como para hacerlo".
¡También funciona con los adultos!
Pero este truco no es solo para niños… Como dice la madre del pequeño, se aplica igual de bien a los adultos, que necesitan igual de seguridad ante sus miedos cotidianos, grandes o pequeños:
Hay muchas noches en las que estoy junto a él en su habitación mientras me preparo para darle el beso de buenas noches y los dos gritamos juntos "¡Jesús, hazme valiente!". Se lo grito a mis propios miedos, dudas y desafíos. ¿Y saben qué?
Aumenta mi fe cada vez.
Pedir al Señor la virtud de la valentía no es otra cosa que un acto de humildad y de plena confianza en su Espíritu: "separados de mí, nada podéis hacer", dijo Cristo (Jn 15,5). Debemos confiar en el Señor para que nos haga fuertes.