La incansable obra de evangelización de fray Junípero Serra, en México, quedó hermosamente plasmada en las cinco misiones de la Sierra Gorda de Querétaro, reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La fundación de estas misiones, entre 1750 y 1760, se atribuye a este fraile santo, que más tarde fundó las misiones ubicadas en lo que hoy es California, Arizona y Texas.
La fundación
Fray Junípero llegó a esta región montañosa de difícil acceso -enclavada en el Bajío del país y caracterizada por sus altas pendientes y cañones- con una firme vocación misionera, dispuesto a comprender, apoyar y acompañar al pueblo indígena.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) reconoce que esta región fue una de las más complicadas para la labor evangelizadora. No fue hasta el arribo de Miguel José Serra y Ferrer –fray Junípero Serra– 200 años después de que la evangelización había comenzado, que la situación en la región tuvo un giro positivo. El misionero franciscano sembró amor y paciencia en poblaciones que se resistían a la evangelización y logró convertir sus corazones.
“El proceso que fray Junípero siguió en cada misión fue similar: aprender el idioma nativo para poder comunicarse con los indígenas, proporcionarles comida y enseñarles oficios, a la vez que dejaba en sus manos la construcción de los templos y, finalmente, instruirlos en la fe católica”.
Aunque la misión de Jalpan se fundó antes de que Junípero llegará –y a pesar, también, de que el resto fueron construidas por sus compañeros misioneros– el crédito se le da a él por proyectar las cinco misiones principales, y por completar la evangelización que ya había comenzado en el lugar.
Misiones de la Sierra Gorda: joyas del barroco mexicano
La edificación de los templos era especialmente relevante pues indicaba el establecimiento definitivo del cristianismo en esa tierra; y en el caso de las misiones de la Sierra Gorda, las iglesias fueron construidas de manera voluntaria por los indígenas.
Además, no solo se encargaron de levantar los templos, también crearon los retablos, esculturas, bancas, púlpitos y puertas.
Estas edificaciones han pasado a la historia no solo por su valor histórico y espiritual, sino por ser grandes expresiones del barroco mexicano.
La principal característica de estas misiones son sus puertas decoradas con un “barroco mestizo”, un estilo pensado como instrumento de enseñanza: a través de todos los elementos plasmados, buscaban enseñar la fe católica a los indígenas.
A diferencia de otras expresiones barrocas del país, en estas cinco misiones se puede apreciar una influencia indígena que muestra la unión de culturas.
Conócelas aquí:
1 | Misión de Santiago de Jalpan
Esta fue la primera misión construida y se dedicó a Santiago apóstol. Su construcción, que duró siete años, se compone de un atrio, el claustro, el portal de peregrinos y el templo, con una capilla contigua.
Fray Junípero participó codo a codo con los indígenas en la construcción de este templo y, más tarde, esta misión inspiró a sus compañeros misioneros, quienes se encargaron de la edificación del resto de misiones, siguiendo su ejemplo.
2 | Misión de san Francisco de Asís, del Valle de Tilaco
Se construyó entre 1754 y 1762 y fue dedicada al pobrecillo de Asís. Esta misión es la mejor conservada de las cinco y su ornamentación es la más sutil. Su fachada también combina elementos de ambas culturas, como ángeles, maíces y cuatro sirenas de rasgos indígenas.
La Capilla de las Posas, ubicada en el atrio, está muy bien conservada y se utiliza actualmente para recibir las procesiones que arriban al lugar.
3 | Misión de Nuestra Señora de la Luz de Tancoyol
Se sospecha que podría haberse construido en un periodo de tiempo entre 1761 y 1767.
Esta misión, dedicada a Nuestra Señora de la Luz, también tiene un claustro y cuartos para sacerdotes. La fachada del templo es la más elaborada de todas y retrata la misericordia de Dios.
4 | Misión de San Miguel Concá
Esta misión se dedicó a san Miguel Arcángel y es la más pequeña de todas. Las fechas de su construcción tampoco se conocen con exactitud, pero se cree que probablemente se haya concluido en 1754.
5 | Misión de Santa María de la Purísima Concepción del Agua de Landa
Esta fue la última misión en construirse y está ubicada a 20 kilómetros de Jalpan (la primera de las cinco). Fue dedicada a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción.
La escultura de esta fachada es considerada por muchos como la más bella de las cinco misiones.
Un santo que sembró la semilla de la fe
En 1760, con la expulsión de los jesuitas, fray Junípero fue enviado a la Alta California. Partió a pie -con 54 años- y continuó su obra evangelizadora. Fundó 21 misiones más en la Alta California con el mismo amor y entrega.
En total, se calcula que pudo haber recorrido, tan solo en México y a pie, unos 4 mil 400 kilómetros entre 1758 y 1767, con una pierna ulcerada, para llevar el Evangelio por diferentes partes del país. Sin duda, su entrega sembró exitosamente la semilla de la fe católica que hoy florece en México y por ello, la Iglesia lo recuerda cada 28 de agosto.