separateurCreated with Sketch.

Cómo sobrevivir a un invierno espiritual

MAN,SAD,FRUSTRATED
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Edifa - publicado el 09/01/21
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

Si las adversidades, la sequía interior y la fatiga nos sumergen en el frío y la oscuridad del invierno, recupera así el fuego del EspírituEl invierno es una estación austera. En la naturaleza adormecida, los árboles desnudos parecen privados de su savia y el suelo acorazado por la helada no permite vislumbrar en absoluto las futuras cosechas.

El frío entumece el cuerpo y carga sobre los más desvalidos una amenaza mortal. La luz, tan pálida y tan extraña, parece devorada por la noche.

Nuestras vidas espirituales también pasan por estos periodos en los que el alma está entumecida, sin fervor, sin gusto en la oración, sumergida en unas tinieblas persistentes.

Unas horas sombrías donde la acumulación de fracasos, decepciones y adversidades se empeña en destruir la esperanza; unos periodos de soledad en los que ya no sabemos dónde encontrar el calor de la ternura y la disponibilidad de un corazón que escuche y comprenda.

web 3 rabbit

OTON NAGLOST | družina

La primavera espiritual se está preparando

Todas las estaciones tienen su importancia. Y sabemos bien que, a pesar de las apariencias, la naturaleza trabaja en invierno preparando la deslumbrante eclosión de la primavera.

Los periodos de frío, de silencio, de oscuridad, de espera, donde todo parece morir, nunca son fáciles de atravesar, pero son una etapa necesaria.

La clave es vivirlos en la esperanza, sin dejar que el sufrimiento genere callo en nosotros, sin encerrarnos en las nostalgias y los remordimientos, sin dejarnos engañar por las apariencias.

Entonces, tarde o temprano, quizás cuando menos lo pensemos, la primavera llegará con su cortejo de alegrías, su alegre luminosidad y las promesas del verano.

¿Cómo se vive en invierno? Dentro de casa, cerca del fuego, en la intimidad del hogar. De la misma manera, los inviernos espirituales son una invitación a entrar en nosotros mismos para recuperar el fuego del Espíritu Santo que fundirá la escarcha de nuestra alma endurecida.


Mother Teresa
Te puede interesar:
La “noche oscura” de los santos

No temamos el invierno

¿Has tenido la impresión de que ya no sabes rezar? A veces ya no sentimos en nosotros ese amor ni esa alegría, solamente un desierto helado donde Dios parece ausente.

Sin embargo, el fuego está ahí. El amor ardiente de nuestro Dios sólo quiere calentarnos.

Para encontrarlo, debemos aceptar descender a las profundidades de nuestras tinieblas, nuestras heridas, nuestras fragilidades. Que nos reconozcamos como pobres y pecadores.

ADVENT

AlexMaster | Shutterstock

No temamos el invierno: Jesús mismo quiso unírsenos en el frío para liberarnos de él.

A pesar de las apariencias, esas largas semanas o incluso años en que toda oración nos parece vana, y tenemos la impresión de estar lejos de Dios, son en realidad momentos de elección.

Nos es dado entrar en la intimidad de Aquel que, por amor a nosotros, descendió a lo más negro de la agonía.

La noche del invierno es una puerta abierta a la Luz, si aceptamos sumergirnos en ella. Aunque no lo sintamos, estamos muy cerca del fuego ardiente del amor de Dios.

Y el aparente muro que nos separa es justamente una protección, para que podamos estar cerca de Él sin quedar calcinados.

Señor, eres nuestra esperanza

PRAY

Evdokimov Maxim | Shutterstock

Es la esperanza la que nos enseña esto. Si la esperanza fuera el fruto de nuestros razonamientos, de nuestras impresiones o de nuestra experiencia, no resistiría mucho tiempo a los rigores del invierno.

Pero la esperanza es un don de Dios. En la noche más negra, en los fríos más mortales, podemos repetir incansablemente:

Señor, eres nuestra esperanza

Poco importan las palabras, poco importa que las dirijamos directamente a Dios o que las hagamos llegar a través de María rezando nuestro rosario.

Lo que cuenta es este grito lanzado hacia Aquel que es “la resurrección y la vida”, este grito que transmite a la vez nuestra pobreza y nuestra confianza.

La victoria es nuestra

La primavera ya está aquí. La resurrección, victoria absoluta de Jesús sobre todas las noches y todos los inviernos del mal, ya es nuestra. “Con él resucitaron”, afirma san Pablo. “Cristo los hizo revivir con él, perdonando todas nuestras faltas” (Col 2, 12-13).

No es solamente un futuro: es una realidad ya presente, aunque no podamos vivirla aún en su plenitud.

Estemos atentos a los signos que, en el centro mismo de nuestros inviernos, revelan la presencia de la primavera –en la sonrisa de un amigo, en un instante de paz profunda o en una pequeña alegría imprevista– y sepamos dar gracias por ello.

No hay nada como la alabanza para apresurar la venida de los días hermosos.


MODLITWA DAYENU UWIELBIENIE
Te puede interesar:
Alaba a Dios por su bondad contigo con esta oración

 

Por Christine Ponsard

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.