El amor de Jesús no tiene medida, no como los amores mundanos que buscan el poder y la vanidad. Lo dijo el papa Francisco en la misa matutina en la Casa Santa Marta del Vaticano el 18 de mayo de 2017.
Y subrayó que la misión cristiana es “dar alegría a la gente”. y que el amor de Dios es el centro de la vida de un cristiano.
“Como el Padre me ha amado, así también les amé yo a ustedes”. Francisco parte en la homilía de la afirmación de Jesús, que subraya que su amor es infinito.
El Señor, observa, nos pide que permanezcamos en Su amor “porque es el amor del Padre” y nos invita a observar Sus Mandamientos.
Claro, dice el Papa, los diez mandamientos son la base, el fundamento. Pero hay que seguir “todas las cosas que Jesús nos enseñó, estos mandamientos de la vida cotidiana”, que representan “un modo de vivir cristiano”.
Hay “amores” que nos alejan del verdadero amor de Jesús
Es “muy larga” la lista de los mandamientos de Jesús, dice el Papa, “pero la clave es una: el amor del Padre a Él y el amor de Él a nosotros”.
"Él nos pide permanecer en su amor, que es el amor Padre. Pensemos también en estos otros amores que nos alejan del amor de Jesús.
Y también, hay otras medidas de amar: amar a medias, esto no es amar -explica-. Una cosa es querer y otra es amar”.
El amor de Dios es sin medida, no es tibio ni interesado
“Amar –añade– es más que querer”. ¿Cuál es, por tanto, “la medida del amor”?, se pregunta Francisco: “La medida del amor es amar sin medida”.
Obedecer a Dios y dar alegría a la gente
“El gran amor a Él –añade el Papa– es permanecer en este amor, y hay alegría”; “el amor y la alegría son un don”. Dones que debemos pedir al Señor.
"Y nosotros, cristianos, laicos, sacerdotes, consagrados, obispos, debemos dar alegría a la gente. ¿Por qué? Por esto, por el camino del amor, sin intereses, sólo por el camino del amor. Nuestra misión cristiana es dar alegría a la gente”.
“Que el Señor custodie, como hemos pedido en las oraciones -concluye el Papa–, custodie este don de permanecer en el amor de Jesús para poder dar alegría a la gente”.
Artículo originalmente publicado por la edición italiana de Radio Vaticano