Santa Lucía es una santa muy antigua, nacida en Siracusa, Italia, cuya historia narra que, habiendo decidido dedicarse a Dios, el hombre al que estaba prometida como esposa decidió denunciarla como cristiana.
Lucía se negó a hacer sacrificios para los dioses paganos, por lo que fue condenada a muerte. Para torturarla, le sacaron los ojos, pero milagrosamente, Dios se los devolvió.
Finalmente, murió decapitada el 13 de diciembre del año 304.
Protectora de los ojos
La vista es uno de los sentidos más apreciados en el cuerpo humano. Su trato debe ser delicado, por eso, cuando se presenta algún problema, es consolador saber que se tiene una intercesora en el cielo que puede auxiliarnos en esa situación.
Si necesitas ver mejor, ya sea con los ojos físicos o con la mirada de la fe, puedes pedirle a santa Lucía que te ayude rezando esta oración:
Oración a santa Lucía
Tú preferiste que te quitaran los ojos
a negar la fe y contaminar tu alma.
Y Dios, a través de un milagro extraordinario,
los reemplazó con otro par de ojos perfectos
para recompensar tu virtud y fe,
designándote como la protectora contra las enfermedades de la vista:
- Nombra aquí tu intención -
Oh, apreciada santa Lucía,
vengo a ti para que protejas mi vista y sanes la enfermedad en mis ojos.
Ayúdame a conservar la luz de mis ojos
para que puedan ver las bellezas de la creación,
el resplandor del sol, el color de las flores y la sonrisa de los niños.
Preserva también los ojos de mi alma, la fe,
a través de la cual puedo conocer a mi Dios,
entender Sus enseñanzas,
reconocer Su amor por mí,
y a nunca perder el camino que me lleva a donde tú,
santa Lucía, te encuentras en compañía de los ángeles y los santos.
Oh, santa Lucía, protege mis ojos y conserva mi fe.
Amén.