El legado arquitectónico y de fe cristiana del siglo XVI en México, fruto de la labor evangelizadora de las órdenes mendicantes (principalmente de los franciscanos, dominicos y agustinos), y de la llamada conquista espiritual de este vasto territorio de América, tiene desde 2021 un nuevo reconocimiento internacional.
Se trata del Conjunto Conventual Franciscano y Catedralicio de Nuestra Señora de la Asunción de Tlaxcala, lugar que fuera sede del primer obispado de la Nueva España. Se agrega así a los 14 sitios religiosos ubicados en las faldas del volcán Popocatépetl; que ya habían sido registrados en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, para su adecuada conservación.
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Alrededor del inmenso volcán Popocatépetl, que junto con el Iztaccíhuatl son los vigías del Valle de México, se construyeron conventos, iglesias, escuelas y capillas abiertas para la evangelización de los alrededores de la Ciudad de México en los estados actuales de Morelos, Puebla y Tlaxcala.
El Conjunto Conventual Franciscano y Catedralicio de Nuestra Señora de la Asunción de Tlaxcala fue agregado a la lista de Patrimonio. Fue en 2021 durante 44ª reunión, que se celebró en línea presidida desde Fuzhou (China), del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Los criterios detrás del nombramiento
Según la evaluación realizada por los especialistas de la UNESCO, el Convento y la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Tlaxcala representa el modelo arquitectónico adoptado por los misioneros del siglo XVI para la evangelización de los naturales de la Nueva España.
En el caso del Conjunto hay una salvedad arquitectónica decisiva: los espacios abiertos, como capillas, en donde además de celebraciones litúrgicas, servían para atraer a los indígenas a obras de teatro en las que se representaban, con viveza, los misterios de la fe cristiana.
Nueva visión arquitectura
El Conjunto Conventual Franciscano y Catedralicio de Nuestra Señora de la Asunción de Tlaxcala es también un ejemplo de una nueva visión de la arquitectura, en la que los espacios abiertos cobran nueva importancia.
El criterio por el que se reconoce al Conjunto franciscano de Tlaxcala como Patrimonio Mundial es el hecho que "atestigua un intercambio de valores humanos considerable, durante un periodo concreto en la arquitectura o la tecnología, las artes monumentales, la planificación urbana o la creación de paisajes".
También que resulta ser "un ejemplo eminentemente representativo de un tipo de construcción o de conjunto arquitectónico o tecnológico, o de paisaje que ilustre uno o varios periodos significativos de la historia humana".
Además, en los trabajos de decoración del templo, del convento y de las estancias o celdas de los frailes, dice el decreto que inscribe en la Lista al conjunto de Nuestra Señora de la Asunción, en Tlaxcala, "pone de relieve la alta calidad de los maestros indígenas que participaron en su construcción y en sus soluciones estéticas y decorativas".
El Plan de Gestión del Conjunto franciscano de Tlaxcala reúne la planeación de proyectos, estrategias y acciones técnicas, jurídicas, administrativas y de recursos humanos a las que México se compromete para su protección, conservación y divulgación a corto, mediano y largo plazo, termina diciendo el informe mediante el cual pasó a ser Patrimonio Mundial.
Algunas particularidades de Nuestra Señora de la Asunción
Tanto la actual Catedral como el Convento de los franciscanos en Tlaxcala (actual capital del Estado que lleva el mismo nombre, situado a 118 kilómetros al sureste de la Ciudad de México, camino obligado de los misioneros y ejércitos españoles del siglo XVI, entre Veracruz y la Ciudad de México) inició su construcción cuatro o cinco años después de la caída de la capital del imperio azteca (13 de agosto de 1521).
El enclave era necesario tanto para la evangelización de los tlaxcaltecas, aliados de los españoles en la Conquista de México-Tenochtitlán, como para reforzar la presencia española en la región central de la Nueva España.
Ahí en Tlaxcala fue nombrado el primer obispo de la Nueva España (Fray Julián Garcés, O.P.) y desde Tlaxcala salió la misión para fundar Puebla, primera ciudad para los españoles en el nuevo territorio conquistado. Fue el primer Convento franciscano construido en el valle que une a Tlaxcala con Puebla.
La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, en Tlaxcala, es un monumento histórico que destaca por sus ornamentos arquitectónicos únicos, como su torre exenta o su alfarje de estilo mudéjar. En su interior guarda la techumbre de artesonado de madera más grande que existe en México.
Una experiencia fundante
El Conjunto fue "la primera versión regional de este modelo arquitectónico, que sirvió de ensayo espiritual, político y estético para comenzar la expansión evangelizadora y constructiva hacia el centro y sureste de México; y, posteriormente, hacia los territorios del norte (llegando hasta los Estados Unidos), cubriendo también los territorios desde el océano Atlántico hasta el Pacífico", se puede leer en el informe técnico de la declaratoria.
Casi quinientos años después, los frutos de los misioneros que realizaron la gesta de la conquista espiritual de Nueva España siguen vigentes, y engrosando el patrimonio colosal de la Iglesia en México… y en el mundo.
Actualizado 2022