¿Lo has notado? Hablamos de guerras, pandemias, carencia de trabajos, tragedias en el mundo,... Pero poco hablamos de algunas verdades de nuestra fe que deberían ser prioridades espirituales de las que ocuparse.
Conviene recordarlas porque nos afectan directamente. Me refiero a esto tan sencillo:
La existencia del purgatorio, el paraíso y el infierno.
Una esperanza que ilumina la vida
Recuerdo una película bellísima sobre la vida de san Felipe Neri, ese santo tan querido, que se titulaba Prefiero el Paraíso.
La he recordado mientras escribía estas palabras y he pensado: “Yo también prefiero el Paraíso”.
El Paraíso prometido es un tema demasiado importante para dejarlo pasar.
¿Cómo está tu alma hoy? ¿Has pensado en ello? Es una pregunta que me gusta hacer, sobre todo me la hago por las noches, antes de dormir.
Si hoy te llamara, ¿a dónde irías?
¿Cómo está tu alma? Pero no me respondas a mí, la pregunta es muy importante y debes responderte a ti mismo.
Si hoy Dios te llama a su presencia, ¿qué pasaría con tu alma? ¿A dónde piensas que irías? Al paraíso, el purgatorio, el infierno…
Nos preocupamos tanto por nuestras vidas temporales en este mundo pasajero, que olvidamos que somos poseedores de un alma inmortal.
Levántate
Alimentamos nuestros cuerpos, hacemos ejercicio para mantenerlos sanos. Pero nuestras almas están raquíticas, desnutridas, sucias y malolientes por el pecado que cargan sobre ellas.
Lee lo que nuestro Catecismo nos dice sobre estas verdades.
Es una lectura edificante que te ayudará a comprender y saber qué hacer para salvarte y ayudar a salvarse a otros.
La otra batalla
¿Sabías que estamos en medio de un campo de batalla espiritual?
A diario se determina el destino de millones de almas que pasan a la eternidad.
Algunas con pecados que deben purgarse hasta quedar limpias de toda imperfección.
Otras van directo al Paraíso a gozar la presencia y el amor infinito de Dios, revelándose ante ellas el amor.
Y otras, ¡qué horror! Son arrastradas por sus muchos pecados e indiferencias al infierno para recibir el castigo eterno. Vivirán eternamente alejadas de Dios.
¿Pero cómo es posible que no hagamos nada para ayudarlas antes que esto pase?
Salvar del infierno
Sobre estas prioridades espirituales de las que ocuparse en tiempos de guerra, el Catecismo de la Iglesia Católica (te recomiendo que empieces a leerlo) nos dice:
Rezar por los demás
Y la Virgen ha dicho con claridad en Fátima muchas almas van al infierno por no tener quién rece y se sacrifique por ellas.
¿Te animas a elevar tus plegarias por la paz del mundo y la salvación de las almas? Como ves, el mundo necesita de tus oraciones.
¿Te gustaría compartirnos tus experiencias en tu búsqueda de Dios? Escribe. Nos encantaría saber de ti. Te dejo mi email personal. cv2decastro@hotmail.com