El jugador de fútbol de la Universidad Estatal de Ohio, Harry Miller, anunció recientemente su retiro del deporte debido a problemas de salud mental .
En un tuit extenso y profundamente honesto, el liniero ofensivo explicó su decisión:
“Normalmente no compartiría esa información. Sin embargo, debido a que jugué al fútbol, ya no tengo el privilegio de la privacidad, por lo que compartiré mi historia brevemente antes de que más artículos continúen preguntando: '¿Qué le pasa a Harry Miller?' Esa es una buena pregunta. Es una pregunta lo suficientemente buena como para no saber la respuesta, aunque la he hecho a menudo ”.
Miller continuó explicando cómo se acercó a su entrenador, Ryan Day, para hablarle sobre sus intentos de suicidarse el año pasado. Afortunadamente, Day lo puso en contacto con profesionales médicos para tratar de ayudarlo.
Las cicatrices ocultas
Mientras explicaba que su posición como figura pública le permitía resaltar los problemas de las personas que padecen una enfermedad invisible, quería que quienes leyeran su tuit vieran la inmediatez del problema; un problema que tantos sufren en silencio.
Miller también habló de cómo temía la reacción de Dios ante su posible muerte por suicidio:
Pero también habló de cómo su experiencia le enseñó sobre el amor, e incluso cómo amar a sus agresores:
Una oportunidad para un futuro
Si no hubiera sido por la intervención de Day y la cobertura que se le dio, Miller cree que no estaría aquí hoy:
Miller explica cómo está utilizando su experiencia para ayudar a otros en el programa de Ohio State y espera que su historia inspire a otros departamentos deportivos de todo el país. Y hacia el final del mensaje, Miller afirma:
Su valiente tuit no solo fue inspirador y profundo, sino que también estuvo lleno del dolor crudo que ha sufrido. Con suerte, alentará a otros a ver la enfermedad mental bajo una nueva luz y a tratar de comprender el dolor de quienes la sufren.
Firma con Dum Spiro Spero, “Mientras respiro, espero”. Y es a esa noción de esperanza a la que todos debemos aferrarnos en tiempos difíciles.
La línea directa nacional de prevención del suicidio en Estados Unidos es el 1-800-273-TALK (8255). Está disponible para cualquier persona que sufra angustia emocional o pensamientos suicidas.
En España el Teléfono de la Esperanza es el 717 003 717. con el prefijo +34 para personas que llaman desde otro país.
En este enlace dispones de otros números de teléfono y whatsapp.