«Desde la iglesia se pudo facilitar las cámaras para poder realizar el seguimiento de la persona que dejó a la ancianita», había dicho a Aleteia el fraile Francisco Meza, párroco de la famosa iglesia céntrica en Guayaquil llamada San Francisco.
En ese sitio, el pasado 14 de marzo, comenzó a conocerse la imagen de una anciana sola y abandonada en una silla de ruedas en el pasillo del templo.
Desde ese momento, una vez que se la vio, se comenzó con el operativo de ayuda de esa mujer conocida con el nombre de Luz María.
“Los trabajadores y los que estábamos ahí pudimos acompañar y cuidar a Luz María. La ayudamos también en cuestión de alimentación”, había añadido Francisco.
Ese día, tal cual se informó, la mujer fue sometida a una evaluación médica y derivada a un albergue municipal llamado Volver a Soñar. La historia -y los detalles- la pudiste conocer en Aleteia.
Un nuevo hogar
En las últimas horas, el caso de esta mujer ha tenido un nuevo capítulo. Según informó El Comercio, este 28 de marzo la mujer fue ingresada al Hogar del Corazón de Jesús. Fuentes consultadas por Aleteia en Ecuador confirmaron que se trata de un sitio privado vinculado a la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
“Trasladamos a doña Luz María al Hogar del Corazón de Jesús, que va a ser su hogar permanente y donde va a recibir todas las atenciones que tanto requiere”, dijo Amalia Gallardo, subgerente de la Empresa Pública Municipal Desarrollo, Acción Social y Educación (EP DASE), publica El Comercio.
En ese sitio, Luz María también fue valorada por especialistas.
De esta manera, el caso de esta mujer abandonada por sus familiares en una iglesia se sella con su permanencia en un hogar. Curiosamente, el nombre, Corazón de Jesús, es más que significativo. Sin dudas Luz María nunca estuvo sola.
En medio de tanta incoherencia, oscuridad y momentos dolorosos, su caso vuelve a dejar de manifiesto aquello del amor infinito y la misericordia. Luz María una vez más volvió a ser abrazada.