Una visión de la vida. Si eres una familia cristiana, quizás tengas pocas dudas de la importancia que tiene para nuestros hijos cursar la asignatura de Religión en la escuela. Se les proporciona así una formación en la línea de los valores y creencias de los padres.
Pero los contenidos de esta asignatura van mucho más allá. No es algo solo para católicos. Es más bien una visión de la vida, del mundo y del ser humano que afianza el desarrollo de los alumnos, que les permite pensar por sí mismos dotándoles de herramientas para valorar la tradición religiosa, cultural e histórica de los acontecimientos para plantearse así el futuro. Permite, por tanto, el desarrollo personal y social de niños y jóvenes.
“Amplía tus puntos de vista”
La Conferencia Episcopal Española lanza una invitación para apuntarse a Religión bajo el lema “Amplía tus puntos de vista”. El objetivo es descubrir la mejor versión de la vida. De esa invitación podemos extraer algunas competencias que esta materia inculcará en el alumnado.
Competencias
Contra la marginación de la asignatura
Elegir Religión supone también reforzar el carácter escolar y académico de esta asignatura, a veces marginada en la oferta educativa. Escogerla es una apuesta “por la formación integral de la persona y para la construcción de sociedades respetuosas con la diversidad cultural y religiosa”, subraya la Conferencia Episcopal.
En España, la última ley en preparación
La reforma de la Ley de Educación que prepara el Gobierno de España prevé que la calificación de la asignatura de Religión se incluya en las calificaciones de Bachillerato, pero su nota no computará en la media. Es decir, será evaluable pero sin efectos prácticos, ya que su calificación no computará para la media exigida tanto para acceder a la Universidad como para solicitar becas.
Se trata de una asignatura voluntaria, sin una asignatura alternativa, por lo que los alumnos tendrán que elegir entre pasar una hora más en clase o tener tiempo libre. De nuevo los padres tienen mucho que decidir.