Creo que alguna vez te lo he comentado. Mi familia por parte de mi papá es hebrea. Tengo primos que son Rabinos. Y nos llevamos de lo mejor.
En las reuniones familiares se habla de eso, de la familia, de nuestros sueños, conquistas, anhelos.
En mi caso soy católico por parte de mi madre y por convicción. Me siento orgulloso de mis raíces hebreas que han enriquecido mi fe.
Es un privilegio, ser católico. ¿Lo sabías?
Soy católico, pero esto no basta. Necesito instruirme, conocer mi fe para poder vivirla. Es fundamental leer la Biblia y el Catecismo. Descubrir sus tesoros.
Conocer mi fe para amarla más y poder defenderla con la Verdad, sin odios ni resentimientos. Siempre misericordioso.
Alguien me dijo que ser católico en es tiempos es casi un acto de heroicidad.
¿Qué nos toca a nosotros?
Algo muy sencillo. Orar, ser siempre misericordiosos, amables, e instruirnos.
Debes instruirte, redescubrir la doctrina de la Iglesia católica. Lee el Catecismo.
No permitas que lastimen el Cuerpo Místico de Cristo. Siempre reza por el Papa, religiosos, religiosas, sacerdotes y por nosotros los laicos, pues todos estamos llamados a ser santos.
Es importante no solo conocer nuestra fe sino transmitirla.
El Catecismo de la Iglesia Católica nos habla de ello:
¿Cómo hacerlo? Leyendo el Catecismo, participando en tu parroquia de las charlas y cursos que dictan, aprovechando la tecnología que nos brinda cursos en línea,...
Somos Iglesia
En Aleteia queremos ayudarte a reavivar tu fe, a conocerla bien y a que la vivas con entusiasmo, alegría y santidad.
Y procuramos publicar artículos edificantes que te muestren el camino. Tus oraciones nos sustentan y nos sentimos agradecidos.
Busca en el Catecismo información sobre el tema de la Iglesia (te recomiendo hacerlo). Yo lo hice y encontré estas verdades que había aprendido años atrás y las tenía olvidadas.
La Iglesia trascenderá y seguirá hasta el fin de los tiempos, con Jesús, a pesar de las opiniones polémicas que algunos quieran publicar en las redes sociales.
Fortalécete espiritualmente
Muestra interés en aprender más sobre tu fe, te hará mucho bien. Te fortalecerá espiritualmente, junto a la oración y a una vida sacramental.
Participa en los cursos de tu parroquia, seminarios Bíblicos, charlas sobre nuestra fe, cómo debemos orar….
Busca un sacerdote que te ayude con su dirección espiritual.
Mientras lo haces, instrúyete, conoce mejor tu fe, que nada ni nadie te haga dudar de la verdad. Lee, con espíritu de oración:
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¡Ánimo! ¡Dios espera más de ti!