«Ante el llamado que nos hace el Ejecutivo de servir como puente para encontrar una salida –incluyente y participativa- a la situación que vive el país, comunicamos a la ciudadanía que la Iglesia acepta la invitación para ser mediadores en la construcción de consensos necesarios para la convivencia pacífica»
Así lo expresó en las últimas horas la Arquidiócesis de Panamá a través de un comunicado. Lo hizo en medio de la convocatoria que hizo el gobierno local de una mesa de diálogo este 14 de julio con los grupos que se han estado manifestando desde hace dos semanas y donde se indicó como «oportuno» que la Iglesia, a través del arzobispo José Domingo Ulloa, sea facilitador en este diálogo.
«Exhortamos a todos los convocados a este diálogo a darnos una oportunidad de tomar las decisiones adecuadas en pro del bien común. El pueblo merece honestidad, coherencia y respeto por parte de todos, sin posiciones rígidas ni precondiciones que impidan dialogar», prosiguió la Iglesia de Panamá tras aceptar la mediación.
En ese sentido, prosiguió la Iglesia, se puso a disposición el aporte de los expertos en mediación vinculados a la Pastoral Social Cáritas y la Universidad Católica Santa María la Antigua.
Una crisis que se acentuó
Desde el pasado 6 de julio, Panamá se ha visto inmerso en una huelga indefinida. Hasta ahora ha tenido que tuvo como consecuencia protestas de parte de diversas organizaciones sociales que han estado reclamando por el aumento del precio de los combustibles, el de la canasta básica de alimentos y medicinas, la deuda con los educadores, entre otros.
Esta situación, que implicó un gran malestar en las calles con bloqueos de carreteras, por ejemplo, llevó al gobierno encabezado por el presidente Laurentino Cortizo a anunciar algunas medidas de austeridad. Entre ellas aparece el congelamiento del precio de los combustibles y para 10 productos de la canasta básica. Sin embargo, las movilizaciones continuaron y se espera que esta nueva instancia de diálogo, con la Iglesia como protagonista, pueda ofrecer una salida.
Ecuador, el caso más reciente de la Iglesia como mediadora
El país sudamericano se transformó en noticia durante el mes de junio por el paro indefinido que duró 18 días y que finalizó con un «acuerdo de paz» luego de que la Iglesia hiciera las veces de mediadora tras un primer intento de diálogo fallido entre el gobierno y las organizaciones indígenas.
«Gracias, cuenten siempre con nosotros», expresó el presidente de la CEE y arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera, luego de la firma del pasado 30 de junio.
Durante el tiempo que duraron las protestas en Ecuador, han sido varias las intervenciones que ha tenido la Iglesia. Además del pedido del diálogo, la propia CEE había pedido una tregua. Finalmente, hubo acuerdo, pero los desafíos y efectos continúan por estos días con la conformación de mesas de trabajo para plasmar el acuerdo a lo largo de 90 días.
Este 13 de julio, por ejemplo, en la sede de la CEE se instalaron las dos primeras mesas de diálogo acordadas entre las partes con el fin de analizar los «subsidios a los combustibles y los créditos con la Banca Pública y Privada», tal cual lo informó la propia Iglesia a través de un comunicado.
En tanto, resta esperar que lo sucedido en Ecuador, donde las partes finalmente lograron avanzar en un acuerdo de la mano de la Iglesia, se pueda repetir en Panamá.