Tatiana ha viajado desde Chile a los Alpes para cumplir su sueño. Prepararse para volar a las estrellas. A sus poco más de veintitrés años, esta joven estudiante de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de Concepción, fue seleccionada hace unos meses entre dieciocho jóvenes promesas de todo el mundo que llegaron al último peldaño de un duro y exigente proceso de selección. Desde pequeña ha soñado con alcanzar las estrellas, un objetivo que tiene cada vez más cerca.
Tatiana es una chica como cualquier otra, trabajadora y soñadora a partes iguales. Implicada en la sociedad y concienciada con los retos del siglo. Estudiante durante toda su etapa educativa del colegio de los Sagrados Corazones de Concepción, no se desvinculó de la congregación, pues durante años ha sido asesora de las comunidades juveniles y ha ejercido también como asesora del retiro espiritual de la congregación.
Cuando empezó sus estudios superiores en la Universidad de Concepción, eligió la carrera de Ingeniería Civil Biomédica. Sin embargo, no había olvidado sus sueños de la infancia. Un día, en unas conferencias sobre distintos temas relacionados con el espacio, se convenció a sí misma que ese era su camino. Sin dudarlo, dejó la carrera de biomédica e inició sus estudios de Ingeniería Aeroespacial en la misma universidad.
Después de varios años de estudio intenso, Tatiana se presentó como muchos otros jóvenes de todo el mundo, a las pruebas para participar en el programa espacial conocido como misión Asclepios II.
Esta misión tiene lugar en los Alpes suizos donde se pretende simular las mismas condiciones que hay en la Luna y en Marte. Para ello, los “astronautas análogos” se preparan de la misma manera que los astronautas que viajan al espacio.
El principal objetivo de la misión Asclepios II con este tipo de simulacros es prepararse para futuros viajes a lugares como la Luna o Marte. La misión Asclepio II está liderada por el Instituto Federal de Tecnología de Lausana con la Agencia Espacial Europea.
Después de superar una larga lista de pruebas físicas, psíquicas y de conocimientos tanto de inglés como de ingeniería aeroespacial, Tatiana López participa en una parte del proyecto que consiste en recrear las condiciones del polo sur de la Luna en una base lunar simulada en los Alpes suizos. Conocen así qué deberían hacer en una situación real, si estuvieran realmente en el espacio.
Su condición de mujer nunca ha sido un problema para que Tatiana haya seguido sus propios objetivos, considerados por buena parte de la sociedad, profesiones “masculinas”. Tatiana se ha visto siempre apoyada por su propia familia y su propio carácter y autoestima.
Su inteligencia está por encima de prejuicios de género. Sin embargo, es consciente de que la realidad es muy distinta y quizás su caso sea una excepción. Las niñas necesitan modelos a seguir, referentes femeninos que las ayuden a creer en ellas mismas. Para eso, Tatiana está vinculada al Observatorio ALMA desde el que ejerce como Mentora de la Red PROVOCA, un programa que pretende acompañar a las niñas y jóvenes que, como Tatiana, aspiran a conquistar las estrellas o dedicarse a una profesión científica en la tierra.
Tatiana López Miranda no solo se ha convertido en un orgullo para todos los chilenos, también en un modelo a seguir para las generaciones futuras.