El gato tuvo un gran significado en la cultura del antiguo Egipto. Se le consideró una divinidad, reencarnación del dios Ra y luego de la diosa Bastet.
Tras ser tratado como un dios, el gato pasó a ser un animal impuro para el judaísmo y no se recomendaba para la convivencia con niños en la casa.
Más tarde fue apreciado por su eficacia para mantener a las serpientes y ratones alejados de las viviendas.
De hecho en la edad Media el gato era a menudo cazado y asesinado porque se asociaba con la malicia y lo demoníaco.
Pero a partir del siglo XIV, a causa de la peste, el gato empezó a ser revalorizado.
El gato en el cristianismo
¿Cuándo aparece la imagen del gato en el cristianismo? No lo sabemos bien, pero vemos representados a este felino en varias obras de arte.
Algunas veces simbolizan el mal, otras veces es solo un adorno y algunas veces es otro fiel "hermano" de la Divina Creación.
Los santos y los gatos
En la vida de muchos santos el gato está presente, en aquella "hermandad de lo creado" como nos enseña san Francisco de Asís. Para algunos fue un fiel compañero, para otros un "mensajero divino".
Estas son algunas historias de santos y su relación con los gatos:
Santa Gertrudis
Comenzamos por supuesto por la patrona de los gatos, santa Gertrudis de Nivelles.
En la época medieval, muchos artistas representaban las almas del purgatorio como ratones; por lo que muchas pinturas y esculturas de la santa tenían ratones subiendo por su vestimenta o báculo de abadesa.
Con el paso de los años y la desinformación, mucha gente empezó a rezarle en el caso de infestación de roedores; incluso, se llegó a decir que el agua de su abadía servía para espantar ratones y ratas.
Por esta razón, en las últimas décadas, el fervor popular la ha asociado con los gatos.
Santa Clara y "hermana Gattuccia"
Se cuenta que santa Clara era muy aficionada a una gata que un día llegó a habitar en el convento de san Damián.
Un día que la santa se encontraba muy enferma, necesitaba de una servilleta y no podía moverse, por lo tanto sor Gattucia fue a buscarle una.
Mientras se lo traía la gata lo arrastraba por el suelo, al verla, la santa la reprochó, y la gatita envolvió bien la tela para que no tocara el suelo y se lo entregó.
De esta manera santa Clara dio una enseñanza, que no vale solo la buena voluntad de hacer una cosa, sino de hacerla bien.
San Ángel de Acri
Fray Ángel fue un sacerdote italiano gran predicador, famoso por sus milagros de curación y por su denuncia de la corrupción, la injusticia social, la miseria de los centros urbanos.
Predicó por todo el Reino de Nápoles, su oratoria no era ni refinada, ni moralista ya que había entendido que no ayudaba a los corazones a abrirse incondicionalmente a la conversión.
Cuando llegaba a las casas, todo era silencio, lo único que se escuchaba era su voz llena de Amor a Dios, tanto, que según dicen hasta los gatos le escuchaban, ganándose la denominación del "predicador de los gatos".
Beato Guido da Bolsena
Fray Guido da Bolsena, tenía un fiel compañero novicio: fray Mino que dicen fue enviado por Dios a acompañar al fraile que estaba muy enfermo.
Todos los días atrapaba un pájaro y se lo traía a otro fraile para que lo cocinara y le diera a su hermano enfermo.
El día que expiró fray Guido, también murió fray Mino.
San Martin de Porres
Un día san Martín encontró un gatito que maullaba de dolor en un ángulo de una bodega, el pobre animal tenía fracturada la cabeza por una pedrada.
El santo lo invitó a acompañarlo a la enfermería para curarlo y el gato lo siguió. Después de haberlo vendado y medicado, le dijo que volviera al día siguiente para continuar con la medicación.
El gato volvió al otro día obedeciendo a los consejos de su "doctor".
Santa Gema Galgani
Gema era muy admirada en vida por sus dotes místicos, y muchos querían conocerla para ver uno de sus tantos dones. A ella esto le importunaba, porque prefería vivir en la contemplación.
A este fin vino a verla un día un sacerdote, ella avisada por su ángel de la guarda, se presentó al sacerdote y se puso a jugar en modo infantil con el gato de casa.
El gato justamente también fue enviado para ese fin, a modo de que Gema, parezca una simple chica juguetona, el sacerdote se desilusionó y se fue.
Santa Juliana de Norwich
Juliana de Norwich fue una teóloga y gran escritora mística de Inglaterra.
Vivió muchos años en reclusión voluntaria en una ermita, pero la tradición dice que su soledad fue amenizada por la presencia de un gato.
Es por eso que en muchos iconos se la ve representada con un gato.
Fuente: Un'amicizia coi baffi. Storie di santi e dei loro animali, Felice Rossetti; Santa Chiara e la gatta di S. Damiano. Note per la lettura di un episodio narrato nel Processo di canonizzazione, Marco Bartoli; ofmcap.org; Juliana de Norwich y los gatos, Míriam Díez