Hace tan solo unos meses las Hermanas Dominicas del Monasterio de la Encarnación de Alcalá la Real atravesaban una situación muy difícil, pero sobre todo paradójica: el monasterio florecía gracias a la llegada de nuevas vocaciones, y al mismo tiempo su techo se hundía por falta de los recursos necesarios para su reparación.
Ahora las religiosas pueden comenzar el año 2023 con serenidad y esperanza, gracias a la ayuda que han recibido por parte de la generosidad de decenas de donantes.
Un llamamiento apremiante
En julio pasado, Aleteia se hizo eco de la petición de ayuda que lanzaron las hermanas dominicas, a través de la Fundación DeClausura, para reparar su monasterio. Pues bien, esta Navidad han estrenado su lavadero, ya reparado, gracias a la respuesta que suscitó aquel llamamiento.
En una carta de agradecimiento, las dominicas de Alcalá la Real informan que han podido afrontar las obras más urgentes, por el derrumbamiento de techos.
«Y si Dios quiere y seguimos recibiendo ayuda, en la próxima primavera comenzaremos con los tejados», reconocen las religiosas llenas de ilusión.
«Parece un sueño»
«Todo esto parece un sueño --reconocen en su misiva--. Todo empezó con una llamada que hicimos a la Fundación DeClausura. Ellos nos atendieron muy amablemente y nos propusieron hacer un vídeo que nosotras hicimos sencillamente con nuestro teléfono».
«Cuando fue colgado en YouTube, recibimos algunas llamadas de teléfono de varios medios de comunicación, tanto televisión, radio y periódicos», revelan las religiosas.
«Todos se hicieron eco de nuestra necesidad --añade la carta--. Y es verdad que, aunque sea poquito a poquito, hay mucha gente de buena voluntad que nos está ayudando, como también lo está haciendo nuestro pueblo de Alcalá la Real».
Vídeo de las hermanas dominicas de Alcalá la Real para agradecer la ayuda recibida
Restaurar un edificio construido en 1602 requiere recursos que las religiosas no pueden cubrir con su trabajo.
El reflorecimiento de una comunidad monástica
Hace quince años la situación era mucho más preocupante. Las religiosas pensaban cerrar este monasterio, que se encuentra a una hora en coche de Jaén, por falta de vocaciones.
La madre Carmen, superiora del monasterio, revela que hace catorce años comenzaron a llegar chicas jóvenes, procedentes de Madagascar, con el deseo de consagrar su vida a Dios en esa comunidad.
Ahora, la comunidad se compone de catorce hermanas, trece de votos solemnes, y una de votos temporales.
Y con las vocaciones, gracias a la generosidad suscitada por el testimonio de estas religiosas, comienza a llegar también la solución a los problemas materiales.
«Somos muy conscientes de que es mucho el dinero que necesitamos, pero confiamos en la divina Providencia y en las buenas personas, que nos van ayudando», escriben las religiosas dominicas en su misiva.
Por este motivo, la Fundación DeClausura renueva su llamamiento a favor de las religiosas dominicas: «ahora que su casa está llena de vida y alegría, escúchalas».
Es posible ayudar a las Hermanas Dominicas del Monasterio de la Encarnación de Alcalá la Real a través de este enlace que ha puesto a disposición la Fundación DeClausura: https://declausura.org/donativos
Por favor, indique en el comentario que la ayuda está destinada a Monasterio de la Encarnación de Alcalá la Real