El tejado del Convento de la Madre de Dios de Salamanca, comunidad de la Tercera Orden Regular de Penitencia de San Francisco, lleva años deteriorado y las goteras avisan ya de la urgencia de la reparación de este edificio del siglo XVI.
Pero, como ocurre frecuentemente en estos casos, el presupuesto es demasiado elevado para una comunidad de hermanas: 300 mil euros. Por ello, sus nueve hermanas franciscanas han lanzado un llamamiento, a través de la Fundación DeClausura, para animar a quienes puedan realizar un donativo.
Una historia única
Para saber algo de la fundación de este convento de la Madre de Dios en Salamanca tenemos que remontarnos al año 1521, en el que el jefe de los comuneros de Castilla, Francisco Maldonado, fue ajusticiado. En 1522, su primo Pedro Maldonado Pimentel corrió la misma suerte y su mansión, en la plaza de San Benito, quedó abandonada.
Como ocurrió a otras familias, el emperador Carlos V ordenó confiscar sus bienes, picar los escudos nobiliarios y cerrar sus puertas como castigo por su insurrección. Aún puede verse en su interior la antigua disposición de la casa de principios del siglo XVI.
Al lado vivía don Francisco de Loarte. Al fallecer, su esposa, doña María de Castro, donó su demora para que se convirtiera en «Convento de la Madre de Dios», según la Regla de la Tercera Orden Regular Franciscana.
En el testamento expresaba que dejó a las religiosas como sus legítimas y verdaderas herederas y que «esta casa sea llamada de la Madre de Dios».
Otorgó este testamento en 1541, poniéndose en práctica en 1543. En él constan también las Constituciones por las que han de regirse las hermanas, bajo la atención espiritual de los padres franciscanos.
Fueron trece franciscanas las que comenzaron esta andadura y nunca se cerró ni fue abandonada, a pesar de las muchas y difíciles vicisitudes que tuvieron que vivir a través de los siglos.
Siglos de historia en peligro
La hermana María Soledad Carrión, ecónoma del convento, nos cuenta: «En la actualidad somos nueve religiosas y deseamos vivir los caminos de la santidad para gloria de la Santísima Trinidad, de la Reina de los Cielos, y la salvación de las almas, como dejo en su testamento doña María de Castro».
La hermana María Soledad habla en nombre de su comunidad para que entendamos la gravedad del problema y la necesidad de recaudar esos 300 mil euros. Aparte del problema del tejado, las hermanas franciscanas quieren arreglar las habitaciones de su pequeña hospedería, que les permitirá seguir disponiendo de esta fuente de ingresos importante para ellas.
«Si es voluntad del Señor, solicitamos ayuda para el ingente coste de la reparación de las diversas cubiertas», explica la hermana franciscana.
«Que la Virgen mueva los corazones de los bienhechores y nos ayuden a realizar este necesario proyecto para que esta sencilla comunidad pueda seguir alabando al Señor y no se tenga que cerrar por falta de recursos», desea la hermana María Soledad.
Es posible ayudar a esta comunidad de franciscanas a través de la página web de la Fundación DeClausura, indicando en el comentario que el donativo está destinado al Convento de la Madre de Dios de Salamanca.
Aleteia, red global católica de información, en virtud de su misión fundacional, contribuye, en colaboración con la Fundación DeClausura, a comunicar la vida y espiritualidad de los monasterios y conventos contemplativos.