Nos cuenta la tradición que San Blas fue médico y luego obispo en su ciudad natal, Sebaste (hoy Sivas), en antiguo territorio de Armenia y actual Turquía, donde sufrió martirio en el año 316.
Mientras vivió realizó muchas curaciones, tanto de personas como de animales, y tenía fama de ayudar siempre a los pobres.
Los últimos años de su vida vivió como eremita en una cueva, donde se escondió de sus perseguidores. Desde allí seguía alentando a sus feligreses en la fe y se dice que los animales le hacían compañía. Hasta que fue descubierto y apresado.
Espina de un pescado
Durante su vida realizó muchos milagros, pero el más conocido se produjo cuando salvó a un niño de morir ahogado con una espina de pescado que se había tragado.
De hecho, cuando un niño se atraganta al ingerir algún alimento o beber agua, es común decir la jaculatoria "San Blas bendito, que se ahoga este angelito" mientas se le da un golpe seco en la espalda.
Esta es la razón por la que San Blas es patrono contra los males de garganta y también de los otorrinolaringólogos. También se le invoca como abogado contra la peste del ganado.
Bendición de alimentos
En muchos lugares el 3 de febrero, día en que se celebra su fiesta, es costumbre llevar a la iglesia diferentes alimentos para bendecirlos al final de la Misa. Este rito popular está muy extendido no solo en zonas rurales sino también en muchas parroquias de ciudades.
Los feligreses acostumbran a llevar un cesto o canasto, pero también bolsas o servilletas, repletos de alimentos y también bebidas. Es decir, todo lo que puede ser deglutido y pasa por la garganta, para que el sacerdote lo bendiga y el Señor nos libre de asfixiarnos comiendo.
Depende de las regiones, pero generalmente se suele incluir en el cesto para ser bendecido frutas, galletas, frutos secos, chocolate, pan y todo tipo de pastas o repostería típica de ese día: rosquillas, roscas o rosquillos.
En algunos lugares también se añaden caramelos, como los de malvavisco, planta con propiedades expectorantes y antiinflamatorias.
Diferentes ingredientes
Hace unos años se bendecían incluso chorizos y algunos ingredientes básicos como agua, vino, sal, azúcar, harina o miel.
Además, la gente del campo añadía al cesto alimentos destinados a los animales domésticos, como cebada, trigo o maíz, y semillas para la siembra. Y algunas mujeres llevaban a misa levadura para la elaboración de pan para que fuera bendecida también.
Bendición de las gargantas
Como el día anterior a la fiesta de San Blas se celebra la Candelaria, existe la costumbre de bendecir a las personas con dos velas.
Esta ceremonia empezó a oficiarse a partir del siglo XVI, y en ella se mantienen dos candelas encendidas en forma de cruz ante el cuello del enfermo o de la persona que desee bendecir su garganta.
Ritos de San Blas
Mientras, el sacerdote utiliza la siguiente fórmula:
"Por la intercesión y los méritos de San Blas, obispo y mártir, Dios te libre de los dolores de garganta y de cualquier otro mal. En el nombre del Padre, y del Hijo y el Espíritu Santo."
De esta forma se invoca la intercesión del santo para que se vean librados de las enfermedades y dolores del cuello.
Los dos ritos relacionados con San Blas, de bendición de las candelas y de gargantas, están recogidos en el Rituale Romanum.
Preparar un cesto para bendecirlo
Si en vuestra parroquia más cercana el día de San Blas hay bendición de alimentos, os damos algunas ideas sobre qué alimentos incluir para que lo preparéis en familia.
Primero hay que buscar un recipiente adecuado, como un cesto, una canastilla o una bolsa apropiada en la que se vea el contenido para que el sacerdote lo bendiga.
Cubrir el cesto con un paño o servilleta de tela o de papel.
Introducid en el fondo del cesto los alimentos más pesados y voluminosos, como frutas de temporada: manzanas, peras, mandarinas o naranjas.
- Podemos incluir también algún zumo o bebida bien envasada.
- Después añadimos galletas, panecillos, rosquillas o algún dulce típico de San Blas. En muchos lugares se realizan pastas relacionadas con este santo.
- Poner algún alimento salado como embutidos o queso.
- Por último, podemos incorporar frutos secos: nueces, almendras o avellanas.
- Incluso chocolate y caramelos.
- Dependiendo de los gustos de vuestra familia, podéis incluir en el cesto aquello que prefiráis.
- Finalmente, si os gusta, añadir un lazo u otro adorno en el mango del cesto.
El sacerdote utilizará la siguiente fórmula (o similar) para bendecir vuestras viandas:
"Oh Dios, Salvador del mundo, que consagraste este día por el martirio del bendito San Blas, otorgándole entre otros dones el poder de curar a todos los que padecen dolencias de garganta; Apelamos humildemente a Tu infinita misericordia, rogando que estos frutos, pan, vino y agua traídos por Tu pueblo devoto sean bendecidos y santificados por Tu bondad. Que aquellos que prueben estos dones sean completamente sanados de todas las dolencias de la garganta y de todas las enfermedades del cuerpo y del alma, a través de las oraciones y los méritos de San Blas, obispo y mártir.
Tú que vives por los siglos de los siglos."
R. Amén.