Con el fin de "promover una mejor aplicación" del Motu proprio Vos estis lux mundi, "manual de instrucciones" para tratar los casos de abusos cometidos dentro de la Iglesia, publicado el 9 de mayo de 2019, el Papa Francisco promulga una "actualización al día" de estas normas, transmitidas por la Oficina de Prensa de la Santa Sede el 25 de marzo de 2023.
El 9 de mayo de 2019, tres meses después de una cumbre sobre abuso sexual celebrada en el Vaticano, el Papa Francisco publicó "Vos estis lux mundi", que estableció nuevos procedimientos para combatir el abuso sexual en la Iglesia. Estos estándares también estaban destinados a garantizar que la jerarquía de la Iglesia, incluidos los obispos, rindieran cuentas por la forma en que manejaron los casos de abuso.
Con este nuevo motu proprio, el Papa Francisco confirma Vos estis lux mundi -que había sido promulgado ad experimentum durante tres años- y lo fortalece. Se han realizado varios cambios previa consulta con las conferencias episcopales y los dicasterios de la Curia; otros han permitido integrar las diversas leyes promulgadas en los últimos cuatro años, en particular el nuevo Libro VI del Código de Derecho Canónico (1 de junio de 2021) sobre sanciones.
Oficinas reales "accesibles" para denunciar
En su introducción al motu proprio, el pontífice insiste en que estas directivas sean "universalmente adoptadas para prever y contrarrestar aquellos delitos que traicionan la confianza de los fieles". El nuevo texto pide más claramente a los obispos y funcionarios que creen "organizaciones u oficinas de fácil acceso al público" para recibir informes. Anteriormente, los gerentes podían contentarse con crear "sistemas estables".
La creación de "lugares genuinos donde la gente puede ir" para denunciar abusos "estaba en la ley, pero no estaba claro", dijo el padre Andrew Small a un grupo de vaticanistas. El secretario de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, que está investigando a nivel internacional la aplicación del motu proprio a petición del Papa, considera que en casi cuatro años el texto "ciertamente no ha sido implementado universalmente".
Pero el sacerdote estadounidense señala que con este nuevo motu proprio, una simple dirección de correo electrónico ya no podría servir como oficina de informes, por ejemplo.
Para que el sistema sea eficaz, el sacerdote insiste en la importancia de tener un oficio o una entidad estable, "públicamente conocida" y "accesible" -un "lugar físico"- que, según él, no tienen "dos tercios" de los 140 obispos de las conferencias en el mundo. Un "vacío evidente", reconoció, sigue siendo hoy la recepción de denuncias de víctimas en los países del Sur.
Las asociaciones de fieles y clérigos interesadas
Uno de los cambios más importantes de esta nueva versión se refiere a las asociaciones internacionales de fieles reconocidas por la Santa Sede y las asociaciones clericales. Los moderadores laicos y los sacerdotes responsables de estas entidades ahora también están obligados a aplicar Vos estis lux mundi. En la versión de 2019, solo se vieron afectados cardenales, patriarcas, obispos y clérigos con especial responsabilidad pastoral.
Todas las asociaciones internacionales de fieles que existen hoy en día – por ejemplo Comunión y Liberación, los Focolares o las comunidades de Sant'Egidio, Emmanuel o Chemin Neuf – deberán por lo tanto ponerse a la altura, al igual que las asociaciones clericales – por ejemplo la comunidad de San Martín. Trabajarán conjuntamente con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y el Dicasterio para el Clero, respectivamente.
Otro cambio importante: Vos estis lux mundi ahora se aplica a tres categorías de víctimas de abuso sexual. Los abusos cometidos contra cualquier menor, pero también contra cualquier persona que "habitualmente tenga un uso imperfecto de la razón" o cualquier "mayor de edad vulnerable" deben dar lugar a la apertura de proceso. Estas dos últimas categorías sustituyen a la de "persona vulnerable" utilizada en el texto anterior, que había sido criticada por determinadas asociaciones de víctimas.
La ley deja claro que los adultos pueden ser considerados vulnerables al abuso según la situación en la que se perpetró el abuso, por ejemplo, por parte del superior de un seminarista, laico o monja que abusó de su autoridad. Para Monseñor Filippo Iannone, Prefecto del Dicasterio para los Textos Legislativos, entrevistado por un grupo de periodistas, entre ellos I.MEDIA, estas aclaraciones constituyen "una nueva manifestación de la forma en que la Iglesia se ocupa de los más frágiles y los más débiles".
Una mayor implicación de la Curia
La dimensión del servicio a las Iglesias particulares que debe prestar la Curia romana – eje de la reciente Constitución Apostólica Praedicate Evangelium que entró en vigor el 5 de junio – ha sido reforzada en el motu proprio. Un funcionario metropolitano, por ejemplo, un arzobispo al frente de una provincia eclesiástica, ahora debe comunicar cualquier informe, incluso si es manifiestamente infundado, al "dicasterio competente", y ya no a la "Santa Sede".
Se refieren, según el destinatario del informe, a los dicasterios para las Iglesias orientales, para los obispos, para la evangelización de los pueblos, para el clero, para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica y, en adelante, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida – para las asociaciones de fieles. El padre Small, sin embargo, se preguntó acerca de la posible falta de personal o capacitación en estas entidades de la Santa Sede.
Mayor transparencia
El nuevo procedimiento de denuncias insiste finalmente en que "no se puede imponer al autor de la denuncia obligación alguna de silencio", y que se le debe comunicar información sobre el desarrollo del procedimiento. No obstante, el texto especifica claramente que debe garantizarse el respeto a la presunción de inocencia, "la protección de la buena reputación y la intimidad" de las personas implicadas así como la "confidencialidad de los datos personales".
Esta importancia de una mejor comunicación es esencial porque "es parte del proceso de justicia", enfatizó el Padre Small. Con este texto "se acaba la cultura de la impunidad en la Iglesia", dijo.