"Las cosas empeoran cuando abandono la oración".
La vida no es fácil para ninguno de nosotros. Todos tenemos en común el sufrimiento, afligirnos, las penas y las dificultades.
Pero también tenemos en común muchas cosas buenas: la esperanza, la fe, la fortaleza, las alegrías, nuestra familia.
Mi esposa Vida suele decir que "la vida es como una ensalada, hay de todo en ella".
No creas que por escribir estos artículos para Aleteia lo tengo fácil. Al contrario, enfrento grandes dificultades igual que tú y la mayoría de las personas.
La búsqueda de Dios no te exime de pasar momentos difíciles.
Seguimos al Hijo de Dios que fue colgado en un madero, no esperes ser tratado mejor.
Siempre habrá dificultades
Las dificultades y los momentos difíciles nunca faltarán.
Asúmelo. Así es la vida. Hay que aceptarlo, pero también luchar, confiar, perseverar, orar y levantarse cada vez que uno cae y seguir adelante.
Si eres como yo, un apasionado de las biografías de los grandes santos de nuestra Iglesia, y lees sus libros y testimonios, vas a descubrir en ellos fuertes incomprensiones, incluso dentro de la Iglesia como le pasó al Padre Pío, que tuvo que sufrir por falsas acusaciones.
Todos los santos en alguna medida han pasado grandes adversidades.
¿Qué hicieron?
- Fueron humildes. Yo habría salido exclamando: "Es una injusticia". ¿Y tú? ¿Qué habrías hecho?
- Demostraron obediencia y fidelidad a la Iglesia.
- Nunca abandonaron la oración.
Alguien puede ayudarte
Hay días en que todo me sale mal. "¿A ti Claudio?", me preguntan. "Sí, a mí", respondo con sinceridad.
Honestamente, en ocasiones no sé cómo reaccionar. Sin embargo, sé quién me puede ayudar.
En mi caso suelo ir al Sagrario y me quejo con Jesús. "Mira Señor que no sé cómo resolver esto, pero Tú sí. Ayúdame por favor".
Siempre pasa igual, al tiempo llega la solución de la forma más inesperada.
La respuesta no suele ser de ayer para hoy. A veces demora. Es lo normal. Dios prueba nuestra fe.
Reza, confía y nunca pierdas la esperanza
Acabo de pasar una situación para mí difícil y tuve que esperar casi dos meses después de muchos esfuerzos e intentos fallidos, para resolverlo. Y no fue con mis fuerzas ni con mi intelecto que pude salir adelante, sino de la mano de Dios.
Te comparto un maravilloso y edificante video de mi amigo el padre Sergio Argüello Vences, que podría ayudarte mucho en la difícil situación que ahora atraviesas.
Una vez me preguntaron qué hacer en estas difíciles circunstancias. Le respondí: "Prueba a confiar en Dios. Haz como decía el padre Pío: "Reza, confía y no te preocupes".
La importancia de la humildad
Te diré la verdad: en más de una ocasión quise molestarme. Pero me sobreponía y elevaba una plegaria al cielo: "Hazme humilde Señor". Y me abandonaba en las manos amorosas y paternales de Dios. "Lo que tú quieras cuando tú quieras".
¿Pasas un mal momento? ¡Ánimo! Todo saldrá bien. Con Dios en medio, siendo parte de nuestras vidas, todo sale bien.
¿Te gustaría compartir con nosotros tus experiencias con Dios?
Escríbeme. Te paso mi email personal cv2decastro@hotmail.com
¡Dios te bendiga!