Con una serenidad y una sonrisa sorprendentes tras cinco días de secuestro, el sacerdote Chochos Kunav expresó su agradecimiento a todas las personas que rezaron por su liberación y dijo que rezaría él también por ellas.
Lo hizo a través de este vídeo publicado tras su liberación, el jueves pasado 4 de mayo de 2023, por su comunidad en Nigeria del Instituto de los Padres de Schoenstatt:
"Muchas gracias. Estoy muy agradecido por la libertad que tengo ahora del cautiverio, que solo fue posible por sus oraciones.
Dios escuchó a la gente encantadora que rezó por mí para traerme de vuelta a este estado de vida.
Y este video es una expresión de agradecimiento. Y les prometo mis oraciones en misa y en diferentes momentos para que Dios los proteja.
Muchas gracias. Él los crió como ángeles en forma humana para rezar por mi liberación y estoy muy agradecido.
Dios los bendiga y Nuestra Madre interceda por ustedes. Que la Virgen María los bendiga y guarde. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén."
Esas fueron sus emotivas palabras de aprecio por los que rezaron por él, antes de bendecir a todos ante el Santuario de Schoenstatt de la archidiócesis de Ibadan.
Los dos sacerdotes, sanos y salvos
El Padre Chochos y el sacerdote diocesano Ralph Ogigba fueron secuestrados la noche del 29 de abril en la carretera frente a la Universidad Ibru Agbara Otor, en el estado de Delta, al sur de Nigeria.
Acababan de hacer una visita a una parroquia cercana a la iglesia de San Francisco en Agbara Otor, que dirige el Padre Ralph.
El padre Kunav trabaja en la diócesis de Ibadán, pero se había desplazado a Warri para visitar a unos conocidos, según informó la agencia Fides.
Después de su liberación, fueron al hospital para ser examinados y se encuentran con buena salud, según informó la diócesis de Warri.
El superior de los Padres de Schoenstatt en Nigeria, el padre Okereke Kingsley, también agradeció la preocupación de tantas personas y por que "Dios ha escuchado nuestras oraciones" por la liberación de los dos sacerdotes.
Nigeria es el país con mayor número de secuestros de cristianos en el mundo y solo Nigeria representa el 89% de los cristianos asesinados.