El sector educativo de México se enfrenta a grandes desafíos entre los que destacan el abandono escolar, el rezago educativo y la falta de educación socioemocional que ha derivado en fuertes episodios de violencia dentro de los planteles.
En este contexto, el gobierno se encuentra realizando reformas a los programas y libros de texto que han despertado un acalorado debate en los medios y las redes sociales. Aleteia consultó al padre Eduardo Corral Merino, secretario de la Dimensión de Educación y Cultura de la Conferencia del Episcopado Mexicano para comprender la preocupación de la Iglesia y la corresponsabilidad que tenemos como sociedad.
Nuevos libros y programas de educación en México:
“El gran riesgo hoy en México es querer implantar una pedagogía, pero de manera muy improvisada; es decir, sin el diálogo con los maestros y pedagogos. Hay un riesgo muy grande de que los conocimientos duros —de definiciones, modelos, teorías, conceptos, reglas gramaticales y operaciones básicas— se disuelvan en toda esta cuestión de la realidad y el analizar el momento histórico”.
El Padre Eduardo expresa que el cambio de pedagogía propuesto conlleva la posibilidad de que “ahora nuestros niños tengan mucha experiencia de la comunidad y comprensión del mundo”; pero que, sin tener conceptos claros, será muy difícil que valoren de manera correcta, pues para que los estudiantes desarrollen su criterio, necesitan conceptos fundamentales que les permitan leer el mundo. “El ser humano necesita principios de reflexión. Criterios de juicio y directrices de acción. El hombre necesita estructurar muy bien su mente, su corazón y su quehacer”.
La preocupación de la Iglesia
Esta posibilidad de afectar el criterio preocupa a la iglesia pues, en palabras de Pablo VI citadas por el padre Corral, se debe buscar “el bien de todo hombre, de todo el hombre y de todos los hombres”. Por ello la preocupación de la Iglesia, por la necesidad de cuidar todo lo que el hombre es.
“El ser humano tiene capacidad de abstracción, de ver lo que está en el fondo; tiene la posibilidad de decir cuál es la verdad. Entonces, no nos podemos disolver en experiencias, en momentos, en juicios superficiales”, explicó el sacerdote.
El pacto educativo global: "Solo una persona educa a la persona"
El pasado primero de agosto, la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió un comunicado frente al nuevo ciclo escolar que, primordialmente, retoma el Pacto Educativo Global —propuesto por el Papa Francisco el 15 de octubre del 2020— y hace un llamado a dejar de lado la polarización para centrarse en tejer alianzas que permitan enfocarse en los alumnos.
Este pacto dice muy claramente que la persona tiene que estar al centro de todo acontecimiento educativo. “Tenemos que voltear a ver a los niños, no a los libros de texto, no a los planes y programas, no a los presupuestos o a la infraestructura. Tenemos que priorizar el fortalecimiento del cuidado de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en el nuevo ciclo escolar, porque lo más importante es el diálogo con el niño, la mirada, la acogida, la generosidad con el niño”, expresó el padre Corral.
El padre explicó a Aleteia que la educación es un proceso humano en el que el educador es una persona que busca hacer más persona a la persona del alumno. “Lo que tenemos que cuidar, principalmente, son las relaciones humanas que tiene el niño en su proceso de vida, que es un proceso formativo en continua realización, en donde va comprendiendo el mundo, su persona, la historia, la creación y a Dios”.
Expresó también la necesidad de desdramatizar el tema de los libros de texto y poner al centro a la persona de los niños, adolescentes y jóvenes; para ello nos ofreció algunas preguntas que pueden orientar ese proceso:
¿Qué necesitan ellos? ¿Qué sienten? ¿Cómo les enseñamos ahora, en este cambio de época, a entender mucho más? y señaló que esto último “debe hacerse a partir de la realidad del niño, no de nuestra concepción o de nuestra autorreferencialidad y planes, sino partir de lo que el niño puede digerir, de lo que el niño ansía y necesita, a partir del contexto cultural del niño y su situación concreta”.
Una educación para la paz
México es el país con los mayores niveles de bullying según la OCDE (2019). Ante este panorama, Corral hace énfasis en la relevancia de las palabras de los obispos sobre el cuidado de la cultura de la paz.
“Como el gobierno no tiene una propuesta para cuidar el estado socioemocional de los niños, estamos viendo que se generan estos grandes asuntos y conflictos, esta violencia. Eso es (porque) no se ha educado en la cuestión socio emocional”, declaró.
En este comunicado los obispos señalan que vivimos tiempos desafiantes en los que hace falta nuestra paciencia y serenidad. Por ello, también recuerdan a los padres de familia que ellos son los responsables de las cuestiones básicas. Mientras que la escuela enseña la información necesaria, en la familia se enseñan las cuestiones esenciales: el ejercicio de la caridad, el orden, cuidado, respeto y perdón.
El Padre invitó a los padres de familia a consultar los Talleres de educación para padres que contienen dos módulos que profundizan en la educación para la paz, y señaló también que es muy importante la intención de serenar que tienen nuestros obispos: “Dicen muy claramente que México necesita esperanza, serenidad, apertura y construcción de acuerdos. Antes que nada tenemos que serenar nuestros ánimos, no podemos seguir polarizando y continuar una dinámica negativa”.
“Nos están diciendo que seamos constructores de esperanza. La Iglesia está llamada a acentuar el camino posible; no aquello que no parece posible. Está llamada a ser promotora de esperanza, de bien, de caridad y, como señala la cita extraordinaria de Fratelli tutti del Papa Francisco, estamos en un tiempo en donde antes que nada tenemos que ser buenos samaritanos, no tenemos que esperar todo del gobierno. Eso sería infantil”.
Por ello, también añadió que “hay un espacio muy grande de corresponsabilidad y nosotros tenemos que ser parte activa en la rehabilitación y el auxilio de las sociedades heridas (...) tenemos que ver por los niños, por su bien, por su rehabilitación; tenemos que atender a la comunidad educativa antes que la política educativa”.