Invocación
Oh San José glorioso, digno de todo honor, esposo de María, guardián del Salvador. Por tus ruegos, oh san José, mil favores alcanzaré.
Oración
Padre celestial, concédeme el don de la sencillez, la discreción y la humildad de san José como plataforma para aceptar el compromiso de amar y valorar la vida de mis hermanos y preocuparme por su bien; te agradezco, Dios Padre, el don de mi vocación a la vida y a la santidad cristiana católica; por el don de mis hermanos hechos a tu imagen y semejanza.
San José, doy gracias a Dios Padre por tu misión de cuidar, amar y proteger la vida de María y del Hijo de Dios hecho hombre. Con paternal solicitud le manifestaste tu amor. Intercede por mí para que ame y cuide y trasmita tu amor a mis hermanos y cuando Dios Padre me pregunte, "¿dónde está tu hermano?", mi respuesta sea: "Señor Dios, todos están en mi corazón".
Amén.
San José, ruega por nosotros.
San José, no permitas que la soberbia oriente mi voluntad y el amor en mis relaciones cotidianas, sino que sea el amor y el servicio, lo que oriente mi voluntad y no la búsqueda de comodidad e intereses personales; que me dé cuenta de que la grandeza de la vida está en amar y servir al prójimo, recibirlos como el más grande don de tu amor y tu grandeza.
San José, intercede ante el Padre celestial para que, a ejemplo tuyo, busque y ame siempre a
mis hermanos en lo cotidiano de la vida, sin condiciones, componendas o explicaciones egoístas; que sepa comprometerme con ellos y sepa alejarme de quienes promueven el pecado hecho pleito, guerra, muerte, o degradación humana, egoísmo, individualismo o autosuficiencia; que sea el primer promotor de mi hermano a través de la paz, la armonía y la esperanza.
Amén.
San José, ruega por nosotros
San José, por tu intercesión, dame la gracia de comprender que cada hermano es la expresión diferente de Dios Padre, que cada hermano tiene una misión que Dios Padre le encomienda, en especial el cuidado, y realización de la vida de su hermano y la propia; que la misión de cada uno es ayudarnos, valorarnos y llegar a la eternidad amando, con la imagen del Hijo de Dios, Jesucristo.
No degradados; vergel, no desierto en el corazón por falta de amor y misericordia; benditos del Padre celestial, no malditos lanzados lejos de tu amor. San José, ayúdanos a saber cuidarnos y amarnos como tú lo hiciste a quienes te acompañaron en la vida, Jesús y María. Amén.
San José, ruega por nosotros
San José, por tu intercesión, pide a mi Padre Dios que me regale el don de la responsabilidad por la vida de mis hermanos, que los acompañe con las mismas actitudes con las que tú acompañaste a los tesoros que el Padre Dios te encomendó, Jesús y María; que nunca, ni mi Padre Dios, ni la sociedad, y mucho menos mi familia gocen con mi partida a la eternidad porque los haya destruido dejándolos en el congelador de mi corazón.
Oh San José, que la sociedad, mi familia y todos mis hermanos guarden un grato recuerdo de mi historia, de mi vida, de mi paso por este mundo, a ejemplo de tu Hijo Jesucristo, que hizo el bien a su alrededor. Amén.
San José, ruega por nosotros
Medita
Tu presencia en este mundo, ¿es para bien? Da gracias a Dios porque cuando termine tu vida, nada será igual porque dejaste la huella positiva del amor y la misericordia divina en tu familia. Dios Padre está continuamente animandote, a través del Evangelio de su Hijo Jesucristo, a que salgas de ti mismo, dejes las seguridades egoístas que te pervierten, se pudren en sí mismas y te te llevarán al fracaso como lo hizo la posmodernidad.
Sal al encuentro de la vida de tu hermano necesitado y pobre. Es Jesús que te espera ahí en tu prójimo, con nombre y apellido.
Desde el momento de la encarnación del Hijo de Dios, tú y todos tus hermanos tienen la oportunidad de ser divinos con todas sus consecuencias humanas.
Desde el momento de la encarnación del Hijo de Dios y tu bautismo entraste en el dinamismo de la vida y el amor de Dios y san José aceptó entrar en el dinamismo divino siendo fiel custodio de la vida y el amor de Dios, decidió ser uno de los más grandes colaboradores de Dios que la historia registra. ¿Estás dentro del dinamismo divino?
Compromiso
Colócate dentro del proyecto humano de Dios desde esta plataforma proyecta lo divino que Dios Padre depositó en ti. Evangeliza cuidando vida, acogiendo a tus hermanos con pasión y misericordia. Nunca te canses de Dios ni dudes de Él aunque las borrascas de la vida sean fuertes.
Sé siempre un constante buscador de Dios y apuesta siempre por Él, porque solo entonces serás un fiel protector de tu hermano. Evita ser un católico sin compromiso que
sabe quién es Dios, quién es Jesucristo, valoras y participas en la Misa dominical, pero sin consecuencias positivas para tu vida y la de tu hermano.
Oración para pedir las gracias
San José, nunca se escuchó que alguien que te haya invocado no haya sido consolado. Con esta confianza, vengo a ti y fervorosamente me confío a tu positiva respuesta. Te pido que protejas a mi familia, a su economía, para que nunca le falte el pan de cada día.
Te pido por los trabajadores, para que nunca les falte un trabajo digno y remunerado según la justicia, te pido por los padres de familia para que cultiven y transmitan a sus hijos los valores cristianos que los sostengan en la vida; te pido por los emigrantes y por los que están lejos de nuestra Patria, por la Iglesia universal, por el Papa, los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas.
San José escucha la petición que ahora te presento y me agobia (Pida la gracia que desea obtener). Te pido que, si es para mi bien, la presentes a Dios, pues por tu intercesión, oh San José, espero recibir esta gracia.
Amén
Padre nuestro. Ave María. Gloria al Padre…
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
(Tomado de la Novena a San José, de P. Guillermo Gándara Estrada ssp, ediciones paulinas).